¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta

➳setenta y ocho

rubén

—Sí, no, sí, no, ¡ahhh! —doy un gritito, mientras coloco mis manos en mi cara.

Llevo aproximadamente una hora, no, una hora es poco, llevo mucho más tiempo sin tomar mi celular, sigue en el mismo lugar; encima de la cama, no tengo el valor de tomarlo y ver qué ha pasado, no puedo.

No sé si me volvió a llamar, no sé si me mandó mensajes, no sé si ha dejado las cosas así, no lo sé.

Después de lo que pasó y después de cortar la llamada, me largué de mi habitación hacia otro lugar.
Fui a darle de comer a mis hijos, jugué un rato con ellos, vi una película que estaba saliendo en la tele, fui por algo de comer a la cocina, hice todo lo que nunca hago, salí de mi habitación y no fue para molestar a mi madre.

—Joder, ¿¡por qué mierda le dije!? —me pregunto, jalando mis cabellos con las manos—. ¡Ahhh!

Camino hacia la cama y me acuesto lentamente sobre ella, colocando mis manos debajo de mi cabeza; mirando hacia el móvil, sin ser capaz de al menos tomarlo entre mis manos.

Si no le hubiera dicho a Samuel que me gusta, ¿aún estuviéramos hablando? Joder, que no hablamos ni diez minutos, todo por mi culpa, por no cerrar la boca y por ser un tonto, agh, pero... ya la cagué, ¿cierto?

Estuviera todo bien, todo tranquilo, estoy seguro que yo estuviera diciendo alguna tontería y él estaría riéndose de mí, como lo hace siempre, literalmente existo y él se ríe. Eso es bueno, pero ahora no sé si vuelva a pasar.

Yo no controlo mis sentimientos, yo nunca quise que él me gustara, no pedí conocerlo, no hice nada para que él me gritara en la calle, bueno quizás sí: no llevar cubrebocas.
Joder, y estoy agradecido por eso, por haber desobecido a mi madre y salir, encima sin cubrebocas y sin gel antibacterial de brillitos, porque así lo conocí a él, siempre he pensado que fue algo extraño y lo sigue siendo, no sé cómo derrepente nos empezamos a llevar muy bien, no sé en qué momento pasó. Tampoco sé en qué momento me comenzó a gustar, pero estoy seguro que fue hace mucho, desde antes de darme cuenta.

Es que no pude evitarlo, si ni siquiera me di cuenta cómo lo iba evitar, aunque si me hubiera dado cuenta no creo que lo hubiera evitado, es que ahora sólo con mirarlo ya estoy muy asdsgajgubz y tiene un no sé qué... ¡Dios, ya estoy actuando raro otra vez!

No quiero estar teniendo esos pensamientos cuando sé que Samuel ya lo sabe, ya sabe que me gusta y ya no hay vuelta atrás, soy un tonto; ya quedó más que claro.

Pero por lo menos tengo que afrontarlo, parezco un inmaduro ignorando todo, el móvil, lo que pasó, a Samuel, ¡es que lo soy!

Probabilidades de que me diga lo que quiero escuchar 0%.

Probabilidades de que me mande a tomar por culo 100%.

¿Desde cuando le saco probabilidades a las cosas? No sé ni cómo funcionan, sólo sé que... No sé nada y odio no saber nada, odio esto, odio sentirme así.

Joder, lo peor es que acabo de arruinar una amistad de puta madre.

No, no he arruinado nada, mi madre dijo que tengo que ser positivo y así seré; él no ha dicho nada, por lo tanto no hay amistad arruinada, creo, no le  he dado tiempo de decirme algo, así que todavía somos amigos, ¿no?
Menudos pensamientos tontos.