➳ochenta y ocho

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[digan que ya llegaron o voy y les jalo las patas]

samuel

-¿Hijo? -me llama mi madre.

-¿Qué pasa? -respondo, despegando la vista de mi celular.

-¿Me ayudas a poner la mesa? -pregunta amablemente.

-Claro, oh, cierto, que hoy descansa mi padre-digo, dejando el móvil al lado y levantándome para ir detrás de mi madre.

-Así es, al fin, así que cenaremos tranquilamente y bueno, ya lo sabes.

-Mmj.

Sin más, comenzamos a acomodar la mesa, hablando de el tema que ha estado rondando por ambas mentes hace ya unos días, y así, en un par de minutos queda lista.

Me quedo de pie en medio de la cocina, mientras mi madre va a no sé donde, mirando nuevamente el móvil; últimamente me llegan muchísimas notificaciones en facebook, aunque no sea tan activo en la app, ¿la razón? Un rubio llamado Rubén, que literalmente se pasa todo el día viendo y compartiendo publicaciones y en más de la mitad de ellas me etiqueta.

He de admitir que la mayoría me causa gracias y me gusta que a él no le moleste en lo absoluto el que todos se enteren de nuestra relación, aunque me dijo que la mayoría de sus amigos en facebook son personas que agregó porque les gustan las mismas cosas que él y ni siquiera tiene agregados a sus conocidos o a sus compañeros, la verdad eso no importa, pero hay algunas cosas que no entiendo, estoy hablando del humor que manejan en algunas publicaciones, son cosas de las que sólo Rubén se reiría. Ahora me estoy imaginando su risa. Genial.

A mí tampoco me molesta, pero es obvio que yo no podría hacer lo mismo, además él dijo "Si no quieres no lo hagas, no quiero que me etiquetes en publicaciones de coronavirus donde hay mucho texto". Bueno, yo sólo estoy para observar que tonterías hará.

Y si no está en facebook, está viendo sus series esas, esas en las que se entretiene tanto que tarda mil años en responder y entonces dice que yo aveces hago lo mismo, sí lo hago, pero sólo por cinco minutos máximo y no 5 horas como él, aparte es un dramático.

Ahora que lo pienso, si hay tantas cosas con las que puede distraerse estando en casa, ¿por qué era tan bobo y tenía que salir? Y encima sin cubrebocas, dios, sólo él sabrá.
Vale, ¿se supone que tengo que agradecer el que haya salido? Pudo haberse infectado o algo, encima tiene suerte el chaval.

Es que hay algunas veces que no le entiendo, no sé por qué salía, bueno, cuando se trata de Rubén no entiendo nada, pero ya, basta.

Nunca me doy cuenta cuando se me pasa el tiempo pensando, porque derrepente ya tengo a mi madre hablándome de no sé qué, hasta que capto y caigo en cuenta de que papá ha llegado y ya es hora de la cena, creo.

De inmediato, nos sentamos alrededor de la mesa, hay pocos días en los que estamos así y es mejor disfrutarlos.

-¿Qué tal va todo? -pregunta mi madre un poco animada, mi padre tarda unos segundos antes de responder.

-Estas últimas semanas el trabajo ha estado menos pesado, pero no suelo tener muchos descansos, estos dos días me serán de mucha ayuda-dice soltando varios suspiros al momento de hablar.

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Where stories live. Discover now