➳ocho

3.6K 528 686
                                    

rubén

—otra vez tú, ¿eh? ¿me estás cuidando o qué? —le respondo.

—eh, si yo no tengo la culpa de encontrarme con un tontito que no usa cubrebocas—me dice.

—pues no te metas en la vida de este tontito.

¿me acabo de decir tontito?

—veo que traes cubrebocas—me dice—pero así no se usa, chaval, ¿te lo vas a poner bien?

—no, siguiente pregunta—respondo.

—qué pesado eres, chaval, y muy necio—me dice negando con la cabeza.

—qué me importa—sigo buscando la comida para Wilson, que para eso vine.

—aparte infantil.

—mi mamá me ha dicho que no hable con desconocidos, así que bais.

—¿y no te ha dicho que tienes que respetar la contingencia sanitaria?

—¿eh? ¿la coti qué?

Me volteo y lo miro extrañado, la gente sin derechos humanos dice cosas muy raras.

—contingencia, ¿no quieres comprar un poco de inteligencia? —pregunta.

—precio—contesto.

Él se da un golpe con la mano en la frente.

Me encanta hacer llegar a la gente a este nivel de desesperación, es mi pasión, ¿donde está el emoji de lentes?

—eres muy tonto, no usas cubrebocas y eres un tonto—sigue diciendo.

Joder, ya he escuchado cincuenta mil veces la palabra "cubrebocas" y otras cincuenta mil "tonto"; ya me tienen hasta los cojones.

—calla, peruano—le digo.

—¿eh? ¿peruano? El que parece peruano es otro, mirate nada más, con ese gorro ridículo sí pareces.

Le hago un par de muecas, me volteo y voy a por la comida de Wilson.

¿quién se cree ese para andarme criticando? Como si él se viera bien con su sudadera morada, de hecho sí.

Mierda.

Tal vez tiene cara de rábano y por eso nunca se quita el cubrebocas, de seguro es eso, tiene cara de peruano el tío ese.

Encuentro la comida para Wilson y tomo unos cuantos sobres de ésta.

Voy hacia la caja, donde trabaja Luzu, es el único que me puede aguantar ahorita.

Llego y me le planto en frente.

—Rubén, ¿traes cubrebocas? —Luzu me mira sorprendido.

—¿qué pasó, máster? —sonrío.

—Pero pontelo, niño—me dice.

—nou—digo—mejor cobrame, llevo comida pa' mi gato.

—no, hasta que te pongas el cubrebocas, son las reglas—se encoge de hombros.

—sin lis riglis—me pongo el cubrebocas—si me muero va a ser tu culpa.

Él ríe y le paso los sobres de comida.

—después de atenderte acabo mi turno y me voy con Auron—dice Luzu contento.

—¿qué van a hacer? No me quieren llevar, ¿ya no quieren a su mal tercio?—pongo cara triste.

—vamos a tener una cita en su casa, sólo eso, queremos estar solos, no queremos ni tus tonterías ni nada de eso, además queremos que dejes de ser tan tonto y que te quedes en tu fucking casa—contesta él, subiendo la voz al último.

—ok, ya entendí, crack, me pudiste haber dicho que quieren hacer cosas no cristianas y ya.

—¡Rubén!

Me echo a reír y a Luzu se le pone la cara colorada, al menos lo que deja ver el cubrebocas.

—son 10 con 22—me dice.

—qué temprano, eh—le digo como si nada.

—te estoy cobrando, idiota—aclara.

—ah, ah, ahhhh—al fin capto, saco el dinero y se lo doy.

—ahí viene otro cliente, creo que este será el último, ahora sí—dice Luzu.

Volteo hacia donde está mirando y... oh, el peruano.

Llega hasta la caja, dándose cuenta de mi presencia, rueda los ojos, qué tío más tonto.

—¿no que no me seguías? —pregunto cuando está al lado mío.

—mantén tu distancia, tontito—me dice, colocando sus cosas frente a Luzu.

—¿se conocen? —pregunta Luzu, haciendo su trabajo.

—no—dice él.

—mami Luzu, este chico me dijo peruano—hablo como niño pequeño.

—¿eh? ¿por qué? —Luzu no entiende nada.

—tú empezaste, no puedo creer que te tenga que encontrar en todos lados y encima soportar tus tonterías—dice el chico.

—mi loco, dele pa' fuera—señalo la puerta.

—Rub, ya—me calma Luzu.

—ok, ya me voy, a disfrutar de la cuarentena, pero fuera de aquí—tomo mis cosas que están en una bolsa de papel.

El chico niega con la cabeza y voltea hacia otro lado.

—bye, i love you, bitch—me dice Luzu.

—la tuya por si acaso, guapo—es lo último que digo, para después dirigirme a la salida.

A mitad del camino me doy cuenta que tengo las agujetas desatadas y me agacho para atarlas.

Termino y continúo caminando.

Me doy cuenta que el chico cubrebocas va caminando al lado de mí, tomando su sana distancia, mis huevos.

—sí me estás siguiendo—le digo llamando su atención.

—¿qué te hace pensar eso? —me pregunta con cara de fastidio.

—mayami me lo confirmó—respondo—además voy delante tuyo.

Da unos grandes pasos y se adelanta.

—ahora ya no.

Hago lo mismo; luego él lo vuelve a hacer, joder.

Pronto comenzamos una carrera, se supone que para ver quién llega primero la puerta.

¿qué cojones estoy haciendo?

Estamos.

⚘;
jelouuuuuuuuu
se me había olvidado que tengo esto ajajajaka

brou, lo de peruanos pues...
me per🍩n¿

hice este cap algo largo, lo iba  a dividir en dos pero luego dije que no y quedó así jsjsjsjsk

Y qué weno eh, pq no c cuando vaya a actualizar; tengo una materia reprobada y la tengo que recuperar fin a nadie le importa oc

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora