➳ochenta y siete

3.2K 405 681
                                    

[otro espacio para los que ya llegaron, les regalo un elote, que no se les caiga como a mí😔]

rubén

Dios, llévame a mí y trae a mi mascota de Minecraft.

De todos modos ya estoy a punto de morir, estoy viendo la luz, ah no, es la lámpara fe mi habitación.

Aún recuerdo las palabras que me llevaron a mi perdición: "Rubén, a partir de hoy tú y yo haremos ejercicio, mírate, pareces un espagueti andante". Grande, mamá, por eso te quiero mucho.

Ahora mi cuerpo está sufriendo por haber hecho cuatro sentadillas, no vuelvo a hacer ejercicio en mi puta vida, aunque mi madre diga lo contrario.

Vale, ¿de qué sirve quejarme? No se me va a quitar el dolor, ¿o sí? Cómo sea, me duele todo, joder.

Me dejo caer en la cama por completo y me quedo mirando el techo. He de admitir que con eso del ejercicio se me quitó un poco el frío, porque si salgo afuera por dos segundos se me congelan las bolas de inmediato, pero tampoco es lo que lo vaya a hacer. Tendría que ser muy tonto, y sí lo soy, pero no tanto.

—Rubén, cariño—escucho a mi madre mientras toca la puerta y luego la veo asomarse por ella.

—¿Qué pasa? —levanto mi cabeza en su dirección.

—Te tienes que bañar—dice.

—No, hace frío.

—Rubén, no seas cochino y báñate.

—Aguanto una semana.

—Te vas a bañar y vas a bajar a cenar cuando yo te avise, andando—dicho esto, cierra la puerta y se va de la habitación.

¡Aaah, no quiero! La verdad es que pensé que diría "le voy a decir a tus monitas chinas que no te quieres bañar", como en los memes, pero no pasó, ¿qué pasaría si de verdad pudiera decirles? Si existieran yo sí me bañaría todos los días, pero existen en mi corazón, así que yo me baño en mi mente, ¿qué coño estoy diciendo?

Me acomodo mejor en la cama y tomo mi celular que tenía a un lado, desbloqueandolo y comenzando a buscar algo con qué entretenerme.

—Oh vaya, tiene 15%, lo cargaré cuando tenga 1—digo, restándole importancia a la batería.

Luego de aproximadamente media hora dejo el móvil a un lado y suelto un par de quejidos, qué aburrido está todo, no hay absolutamente nada interesante, ahora sí, dios, llévame.

Estoy listo. Estiro los brazos como si fuera a irme flotando hacia el cielo, cierro los ojos y me quedo en la misma posición por algunos minutos.

Joder, ahora me han entrado muchísimas ganas de dormir, dormir una semana entera, ¿eso es posible?

Mi increíble idea es interrumpida por el molesto ruido de mi celular sonando, el cual ignoro hasta que el ruido es nulo, lo hago las otras tres veces que suena, hasta que me canso, puto ruido de mierda.

Con toda mi flojera tomo mi celular y contesto, sin fijarme de quién de trata.

—¿Qué? —contesto de mala manera.

No escucho ninguna respuesta y miro la pantalla del móvil, ¿qué coño? No es una llamada, es mi puta alarma, ¿por qué mierda tengo una alarma puesta a las 8 de la noche? Es que soy gilipollas.

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Where stories live. Discover now