➳ciento dos

2.6K 292 680
                                    

[espacio para la banda que viene llegando, si llegaste temprano te doy un bolillo lo vas a necesitar]

samuel


—¿Podrías hablar más lento y sin trabarte cada dos segundos? —pide Willy pacientemente, aunque creo que es la tercera vez que lo hace.

—Estoy tratando, sólo dame un momento —le digo respirando hondo.

—Ah, vale ya, yo sí entendí... —habla Fargan—, no sé por qué te pones así con algo que pasó hace días, eso no es lo que importa en este momento; sólo quiero saber algo... ¡¿por qué no lo dijiste antes, mal amigo?!

¿Que qué sucede? Acabo de contarles lo que sucedió con Rubén la última vez que nos vimos y no pude ni explicarlo correctamente, hasta hoy sigo poniéndome de unos nervios terribles.

—¡Porque no sabía cómo decirlo, cabezón! —casi grito.

—No hay porque estar tan nervioso, chaval,  ni que fuera tu primera vez —dice tranquilo.

—La mía no —musito.

—Ooohh —Willy parece al fin entender de lo que hablamos—. Ya entendí.

—Willy retrasado —parece rechistar—, creo que por fin entiendo el porqué tus nervios que para mí eran innecesarios.

—Cómo no voy a estar nervioso, si todo sucedió así y luego... Dios...

—¿Y por qué no continuaron?

—¿Cómo que por qué? Porque estábamos en su casa, con sus padres ahí... No fue planeado, sólo soy un tonto que se dejó llevar demasiado y al final terminó yéndose a otro lugar para resolver su "problema", ugh.

—¿Él quería?

—Yo qué sé, estaba sorprendido cuando regresé y no sabía ni qué decir, sólo le dije que era algo normal y que no se preocupara, le pedí disculpas y eso fue todo, hasta ahora no hemos hablado de eso. No sé si eso sea como que no pasó nada.

—No sé qué pasa en la cabeza de tu novio, pero puedo hacerme una idea de lo que sucede en la tuya, tienes que hablarlo sí o sí; llevan meses de relación y supongo que pasan muchas cosas, no hablo de forzar las cosas, sino que...

—Es que Rubén... él no creo que pueda hablar de eso sin antes explotar de la vergüenza, digo que yo... jo, macho, sólo debo pensarlo un poco más.

—Venga, los dos son hombres y ambos tienen necesidades, lo sabes perfectamente bien —remarca Fargan.

—Claro que lo sé, pero aquí el- —estoy por explicar algo de lo que ni yo estoy del todo seguro.

—No, pero nada, si tú lo quieres y él te quiere, si tú quieres y él también quiere, ¿cuál es el problema? No es nada del otro mundo, hombre —interrumpe.

—¿El problema dices? El lugar —habla Willy.

Y yo que pensaba que estaba perdido en sus pensamientos.

—¿Eh? —Fargan parece quedar procesando lo que escuchó antes—. Es verdad, pero eso es algo en el que no podemos ayudar.

—No estaba pidiendo su ayuda, tontos.

—Tú resolverás eso solo, si quieres puedes buscar la forma. Yo sólo te dije lo que pienso, no vayas a olvidarlo, ¿eh?

—Olvida ya ese tema, no sé cómo llegó a este punto, si sigo pensando en esto me sentiré incómodo cuando hable con Rubén.

—Sí, pero una última cosa, asegúrate de que tu madre no se entere, ni la de Rubén, ¿saben la larguísima plática que se viene? Sí lo sabes, aunque lo hayas escuchado mil veces —menciona Willy.

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora