Capítulo 15.- Entre enojos de amistades, pongamos las cartas sobre la mesa.

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Astrid se encontraba en clase de escultura con Mavis y Violeta, en toda la clase Mavis no había dejado de reír por Astrid y por obvias razones, en cambio Violeta se encontraba molesta y muy seria. Astrid aun traía el cabello recogido y lo único que quería era que la marca desapareciera.

- Astrid, no me lo puedo creer - decía Mavis aun riendo - como Hiccup hizo eso.

- Pues créelo - decía Astrid molesta - él y solamente él hizo esto, me ha atraído demasiados problemas.

- ¿Cómo sucedió? - le preguntaba Mavis con una sonrisa de oreja a oreja - a nosotros jamás nos ha invitado a su casa.

- ¿jamás? - le preguntaba Astrid sorprendida - yo pensé que ustedes conocían su casa y aparte el me forzó a hacerme esto.

- Y tu muy dejada ¿no? - comentaba Violeta con tono de molesto.

- Pues no Astrid - decía Mavis tratando de cambiar de tema, por el comentario de Violeta - jamás hemos visitado la casa de Hiccup.

La campana sonó, era la hora del almuerzo, Astrid se retiró y les dijo que las vería luego, mientras que Violeta y Mavis se quedaron guardando sus cosas. Astrid se soltó el cabello y fue a la cafetería, en la cual ya se encontraban sus amigos, junto con su primo y Wilbur comiendo, vio que los rebeldes se encontraban comiendo igual, menos Hiccup que aún no llegaba, Astrid fue a ver lo que desayunaría y alguien se topó con ella y este era Hiccup.

- Hola Hofferson - le decía Hiccup mientras agarraba un pudin de chocolate.

- Que hay chico dragón - le decía Astrid sonriendo.

- ¿Por qué chico dragón? - decía Hiccup replicando - yo te dije por tu apellido, no por tu apodo.

- ¿Tengo apodo? - decía Astrid sorprendida, mientras Hiccup se sorprendía - ¿Cuál es mi apodo?

- Mmm... eso no te lo diré - le contestaba él - ni el de tus amigas.

- Pero eso es injus... - Astrid no pudo terminar la frase ya que Hiccup le puso su dedo índice en su labios.

- Shh... no digas nada - le decía Hiccup mientras que Astrid se sonrojaba - solo deja que tu mente se despeje.

Violeta miraba como Hiccup y Astrid se comportaban el uno con el otro, ella no comprendía como él no se daba cuenta. Jack noto la mirada de Violeta y se lo hizo saber, quería que le dijera porque no quería a Astrid. Hiccup llegaba con su charola de comida y toaba asiento con sus amigos, no to que algo pasaba ya que estaban muy serios y eso no era normal en ellos.

- ¿Pasa algo? - les preguntaba Hiccup a los demás - ¿Acaso me corte al afeitarme?

- No, pero queremos saber lo del beso - decía Jack con cara picara - nos dirás o te tendremos que preguntar.

- No hubo ningún beso - decía Hiccup mientras le daba una mordida a su sándwich.

- Si claro y por eso Astrid trae un enorme chupetón en el cuello - decía Mavis riendo.

- Deberías de declararte - le decía Patán - harían linda pareja.

- Solo somos amigos - le comentaba Hiccup - así que no, pero gracias.

Todos se quedaron en silencio por un buen momento, vieron como Astrid usaba su teléfono celular y como Hiccup igual lo usaba, lo bueno era que no se gustaban.

- Te está usando Hiccup - le decía Violeta.

- ¿Violeta? - le decía Mavis sorprendida - de que hablas.

- Ella solo está jugando contigo - le decía Violeta mientras todos la miraban, incluyendo a Hiccup - mis fuentes dicen que sale con Wilbur Robinson, al final te hará daño, ella solo juega contigo.

Todos miraron a Hiccup, pero el solo miraba a Astrid que estaba a un lado de Wilbur Robinson, Hiccup desvió su mirada y vio su almuerzo no llevaba ni la mitad y ya se le había quitado el apetito, él tomo sus cosas y se retiró de su mesa sin decir nada.

- ¿Adónde vas?, Hiccup - le decía Mavis - ¡Hiccup!

El no respondió y solo se fue molesto, Jack giro su cabeza hacia Violeta que tomaba un sorbo de su jugo. Tanto Patán, Jack y Mavis se encontraban de mal humor con Violeta, su comentario había hecho reaccionar a Hiccup de una manera que jamás habían visto.

- Pudiste al menos tener más tacto ¿no crees? - le decía Jack molesto.

- Yo solo hice mi deber de informante - decía Violeta enojada.

Astrid miro como Hiccup se fue enojado de la cafetería, ella había escuchado lo que Violeta les decía, Astrid agarro su mochila y se fue a seguirlo, pero como era de suponer Hiccup era más rápido.

La campana había sonado y todos se dirigían a sus casilleros por unas cosas y otros iban directo a sus clases. Violeta fue por sus pinceles que se encontraban en el casillero, ella fue directo a su casillero que era el número 88, al abrir la puerta de su casillero vio caer un papen de dibujo, tenía un mensaje con tinta color marrón y letra en cursiva muy legible. ''Si tienes agallas, te espero a las 11 en punto, en la parte trasera de la cancha de Americano, Astrid''. Violeta sonrió y fue directo a la cancha de americano, ella vio que Astrid ahí la esperaba, con su mochila.

- Hola Astrid - le decía Violeta sonriendo - ¿Qué es lo que se te ofrece?

- Hola Violeta, pongamos las cartas sobre la mesa y dejémonos de hipocresías - le decía Astrid seria pero con un tono molesto - sé que no te caigo bien y no me interesa la verdad, pero lo que no me dejara de importar es que dañen a mis amigos y hoy lo hiciste.

- Yo no dañe a nadie - le comentaba Violeta cambiando su tono de voz - tú fuiste la que lo daño, solo estás jugando con él, te haces la inocente aprovechándote de todos, sales con Wilbur y aun así quieres salir con Hiccup.

- Yo no me aprovecho de nadie, yo no salgo con Wilbur Robinson - le decía Astrid molesta - casi ni hablo con él.

- Pero, a mi Heather me dijo que salías con Wilbur - le decía Violeta confundida - es por eso que me caías mal, porque pensé que jugabas con Wilbur.

- No yo jamás me eh interesado en el - decía Astrid riendo - de hecho, el jamás se ha interesado por mí.

Violeta sentía que el color le subía a la cara, se sentía apenada por haber pensado tan mal de Astrid, no sabía ni como disculparse con ella. Astrid rio al ver a Violeta roja como un tomate y la abrazo fuerte.

- Lo siento tanto Astrid - le decía Violeta muy apenada - me siento como estúpida, por pensar tan mal de ti.

- No te preocupes Violeta, ya todo está en el pasado - le comentaba Astrid feliz - solo quiero saber que Hiccup está bien, pero no sé en dónde está.

- No te puedo ayudar - le decía Violeta tranquila - ya que ni yo sé en donde se encuentra.

Ambas chicas habían perdido la clase de pintura, solo quedaban 20 minutos de ella, así que se dispusieron a platicar en ese tiempo. Conversaron como si apenas se conocieran y lo cierto era que si era cierto, ya que ninguna se había dado la oportunidad de conocerse y todo por malos entendidos.

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pues mejor tarde que nunca otra parte mas

¿en dondé estara Hiccup?

pues lo veremos en el siguiente capitulo, gracias por leer y comenten si les gusto el capitulo c':

¿Podemos enamorarnos? Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum