Capítulo 36.- Trucos y nada de dulces.

1K 54 32
                                    

Faltaban 10 minutos para las 6. Patán veía como las chicas se habían vestido de princesas, era algo ridículo, no concordaban con el estilo que ellos llevaban.

- No entiendo porque están vestidas de princesas – refutaba él molesto – no es una fiesta de disfraces, es una guerra de pedir dulces y veremos un maratón de películas.

- ¿Cuál es tu problema? – le decía Mérida molesta – nosotras podemos correr con esto, no como ustedes que están vestido de barbaros.

- Somos vikingos – respondía él – ten más respeto, a excepción de Johnny, él es un hippy.

- Soy un viajero – respondía el ofendido – y él es mi amigo mochila y mejor amigo, nunca viajo sin él.

- Eso explica el olor, decía Kristoff – riéndose con los demás.

- Tampoco Jack, Kristoff, Flynn, Wilbur y Gay están disfrazados de vikingos – decía Astrid molesta, no le gustaba que se rieran de su primo – y no veo que nadie les diga algo.

Solo esperaban a Mavis y era la que había puesto la hora, la cosa se estaba poniendo tensa.

- Esos ya no tienen opción, y no estés de gruñona – le contestaba Patán con ironía.

- Eres tan imbécil – le respondía aún más molesta – mejor vete hacer cosas de Jorgenson.

- Oye, oye, relájate rubia – le enfrentaba él más molesto – yo por lo menos se lo que quiero y no estoy de bipolar.

Patán no sabía quedarse callado y era obvio que todos lo sabían, eso no quito el hecho de que Astrid se molestara y le torciera el brazo, mientras este se quejaba y los demás la miraban extrañados, era una Astrid que jamás habían conocido.

- Basta los dos – decía Hiccup tratando de separarlos – no se estén molestando.

- Uno no puede llegar tarde porque se pierde de la diversión – respondía Mavis seria.

Mavis hacia su aparición repentina, realmente hacia que se helara la sangre y más en noche como esas.

- Llegas tarde – decía Astrid molesta.

- Mi padre me llamo – respondía ella – tenía que tomar la llamada.

- ¿De que estas disfrazada? – le preguntaba Wilbur.

- De vampira – respondía ella sonriendo – no es obvio.

Los chicos la miraban, pero no encontraban nada nuevo en ella, parecía que trajera ropa de todo los días.

- Para mí se ve igual – decía Patán, mientras los demás lo afirmaban.

- Bueno, Wilbur también se ve como alguien normal, y no veo que le digan nada – se defendía ella.

Los chicos se quedaron en silencio, ciertamente no podía decirse que se vieran muy distintos o extraños, ellos ya tenían esa personalidad, con disfraz o sin disfraz, se veían igual.

- ¿Y los colmillos son de verdad – decía Astrid sarcástica – o solo es una máscara como la de todos los días?

- ¿Acaso quieres que te muerda Hofferson? – bromeaba ella – tal vez así puedas comprobar si son reales.

- Atrévete, y veras como te ira – le respondía ella molesta y con el ceño fruncido.

- Niñas relájense – decía Jack interponiéndose entre las dos – vamos a pedir dulces.

Todos empezaron a moverse, iban a las casas de la manzana a pedir dulces, la gente solía ser muy amable no pedían mucho y la mayoría platicaba.

Todos iban serios y solo hablaban entre ellos, Astrid por el contrario seguía con el ceño fruncido, algo le molestaba mas no sabía que era.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 30, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Podemos enamorarnos? Where stories live. Discover now