Capítulo 24.- ¿Podemos enamorarnos?

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Eran las 6p.m. los chicos salían de casa de Mavis, cada quien iría a su casa, Patán caminaba junto con Hiccup y Guy, según decía, cenaría y se quedaría en casa de ellos, ya que sus padres se habían ido a un viaje de negocios. Hiccup no le prestaba mucha atención, seguía preocupado por Astrid, Violeta le había dicho que solo habían hablado de cuando él y Mérida eran amigos, después de eso Astrid se había tenido que ir.

- ¿Verdad Hiccup? - le decía Patán sacando a Hiccup de sus pensamientos - estas distraído.

- Lo siento, es que olvide el cuaderno de química y tengo tarea - Hiccup mintió, era obvio que ese no era el problema - iré por el cuaderno, ustedes adelántense.

Antes de que Patán y Guy le dijeran algo, Hiccup salió corriendo, tenía que arreglar el malentendido con Astrid, debía de dejar de ser tan cobarde y darle la cara. Hiccup corrió, no tenía idea de donde se encontraba Astrid, pero si estaba molesta no estaría en su casa, se detuvo por un momento, recordó aquel parque donde se conocieron por primera vez cuando niños, era obvio ahí tenía que estar, si aún seguía siendo la misma niña en su interior ese sería su lugar preferido.

Astrid se encontraba sentada en un columpio de un parque que conocía a la perfección, era su lugar favorito de cuando niña, nadie lo sabia pero a ella le encantaba ese lugar, le recordaba la época con sus padres. Astrid gritaba molesta, no sabía qué era lo que pasaba, sentía coraje, quería golpear algo.

- Desearía que estuvieses aquí para golpearte - decía Astrid molesta.

Era obvio que nadie la escuchaba se encontraba sola, Astrid suspiro mirando al cielo, vio el color rojizo del atardecer, ya era hora de ir a casa, aun no se sentía con ánimo, empezó a sentir que las lagrimas le rodaban por las mejillas, ¿Por qué estoy llorando?, se preguntaba un poco sorprendida de esto, tanto así le dolía no saber nada de Hiccup, ¿Qué estaba pasando?, no sabía qué era lo que le pasaba en ese momento.

Hiccup llego al parque, vio a Astrid sentada en un columpio, camino un poco aliviado hasta donde ella se encontraba, por lo menos no le había pasado nada.

- Astrid - le decía Hiccup acercándose a ella.

Astrid se limpio el rostro rápido, no quería que la viera en ese estado, ella se levanto y camino para marcharse, pero Hiccup la detuvo del brazo.

- Suéltame - le decía Astrid sin subir la mirada.

- No hasta que te explique - le decía Hiccup serio, sin dejar de agarrar su brazo.

- No hay nada que explicar - le decía ella un poco molesta, estaba mintiendo, no quería escucharlo de él - no sé de qué me hablas Hiccup.

Hiccup la giro para que lo viera a los ojos, Astrid noto que él no llevaba las gafas, se las había quitado. Hiccup la agarro con fuerza para que no huyera, ella lo miraba con molestia.

- ¿Enserio? - le decía Hiccup con ironía - y entonces ¿dime porque estas molesta? Acaso te topaste con Lizzy o con Lance, tus amigas te molestaron, el profesor te regaño por estar en el parque, dímelo ¿Qué es lo que tanto te molesta?

- ¡Me molesta el no saber nada sobre ti! - le decía Astrid levantando la voz y con tono molesto - me molesta que Mérida sepa mas sobre ti, que yo, me molesta el no saber qué es lo que me pasa y porque siento enojo y frustración al imaginarte con Mérida.

Astrid dijo esto último más calmada y con bastante pena, Hiccup noto que ella tenía un leve rubor en sus mejillas, ahora el coraje de él se había elevado un poco, Mérida ¿Acaso tenía que estar en todo?, Hiccup miro a Astrid a la cara y soltó un leve suspiro.

¿Podemos enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora