Capítulo 11.- Una visita al cementerio.

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Astrid estaba parada afuera de la puerta principal del cementerio de Oslo, eran las 9:45p.m. y aún no había rastro de los chicos, sentía la fuerte brisa de la noche, hoy era el día de la prueba. Astrid les había dicho a sus tíos que se quedaría a dormir en casa de Mavis, con el pretexto de que tenían que hacer una escultura de proyecto, ellos la dejaron ir sin ningún problema. Ella sentía miedo, no sabía que prueba iba a enfrentar y mucho menos sabía a qué hora llegarían los rebeldes.

Los chicos empezaron a llegar, traían puesta una extraña túnica de color rojo, saludaron a Astrid y conversaron en lo que llegaba Hiccup, por más de que Astrid les hacía indirectas de que sería la prueba, ellos no contestaban nada.

- Astrid, ¿Qué pretexto les pusiste a tus tíos? - le preguntaba Mavis.

- Les dije que me quedaría contigo a dormir - le decía Astrid - así que tendré que ir a tu casa si no te molesta, después de la prueba.

- Claro que no me molesta - le contestaba Mavis con una sonrisa - haremos una mini pijamada, ¿verdad Violeta?

Violeta no le contestaba, solo le sonreía, Astrid aun sentía la tención que tenía hacia ella y eso la hacía sentir incomoda. Hiccup llego, con una túnica roja igual que la de los demás y un gran libro, todos lo miraron y empezaron a ponerse en círculo.

- Estamos hoy, aquí, reunidos para hacer una prueba a un futuro miembro - Hiccup miro a Astrid, mientras los demás traían puesta la capucha de la túnica, Hiccup era el único que no traía puesta la capucha, en demostración que él era el líder - Astrid Hofferson, da un paso al centro - Astrid dio el paso al centro del círculo, mientras Hiccup abría su libro - Astrid, juras que estas aquí, por tu voluntad y no por la de los demás.

- Lo juro - le contestaba ella temerosa.

- Si fallas esta prueba, no podrás volver a juntarte con nosotros, ni hablaras con ninguno de nosotros - le decía él viéndola fijamente a los ojos - lo comprendes.

- Lo comprendo y acepto los riesgos.

- Bien, en ese caso - decía Hiccup serio y esbozando una sonrisa pícara en su rostro - Patán, haz el honor.

- La prueba será la siguiente - decía Patán mientras aclaraba su garganta - tendrás que entrar al cementerio a buscar un objeto, ese objeto es una banderita de color caoba con la cimera de Berk, una vez que la traigas estarás en el grupo.

- ¿eso es todo? - decía Astrid sorprendida - bueno no suena tan difícil.

- El problema - decía Jack riendo - es que la banderita está en una tumba muy alejada, y hay ciertas pistas que debes de seguir, por eso no es tan fácil.

- Esperen - decía Hiccup serio y preocupado - antes no lo hacíamos así, si las reglas cambiaron, hay que dejar que alguien la acompaña.

- Bien, Astrid tu dinos quien te gustaría de compañero - le decía Brutacio.

Astrid se sentía un poco preocupada, el cementerio jamás lo había visitado de noche y menos sola, pero era un alivio que alguien pudiese acompañarla, pero la pregunta era ¿Quién?, Astrid lo pensó por un momento y había alguien y era el más apto.

- Hiccup - decía Astrid seria - elijo a Hiccup.

- Bien - decía Patapez - que empieza el juego.

Astrid e Hiccup se preparaban para entrar al cementerio, los chicos les dieron, linternas, unos comunicadores, unas velas, fósforos y una hoja con la primera pista. Ambos se prepararon y se miraron el uno al otro y entraron al cementerio sin dar vuelta atrás, mientras que los demás chicos se quedaron afuera del cementerio a esperarlos.

¿Podemos enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora