V

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Se despertó sintiendo algo húmedo en su frente. Abrió los ojos lentamente y se arrepintió al instante de haberlo hecho ya que todo el cuarto le daba vueltas. Volvió a cerrarlos apretándolos fuertemente y rogando porque el mareo se fuera. Respiró pesadamente por unos segundos y luego con mucho más cuidado abrió sus ojos de nuevo, esta vez el mareo no era tan malo.

Paseó su vista alrededor y se percató que estaba solo. No recordaba cómo había llegado a su cuarto de nuevo, solo recuerda que estuvo a punto de caer por las escaleras y de ahí nada más. Quizás Wen Ning lo llevó hasta ahí. Escuchó que alguien abría la puerta y posó su vista en esta para ver de quién se trataba.

Wen Qing entraba cargando una bandeja con comida y se sobresaltó al ver que su primo ya había reaccionado. Dejó la comida en la pequeña mesa al lado de la cama y se dirigió a su primo para revisarlo. —¿Cómo te sientes? —Preguntó usando su tono de médico.

—¿Qué me pasó? —Respondió con otra pregunta y la voz cansada.

—Te desmayaste en brazos de A-Ning luego que te salvara de caer por las escaleras. Has estado inconsciente por un par de horas. A-Ning ha ido al hospital con una muestra de tu sangre que mandé a examinar. Yo creo que solo es un cuadro de desnutrición, pero quiero asegurarme bien. Has tenido fiebre pero ya ha bajado. Ahora sí, dime cómo te sientes.

—Mareado. Débil. Me duele la cabeza. Me siento fatal. —Respondió sinceramente el omega.

—Eso es normal debido a que no has comido nada. Tu cuerpo resiente la falta de nutrientes y energía. Debes alimentarte mejor. —Agarró la comida que había dejado de lado y se la pasó a Wuxian.

—No tengo hambre. —Rechazó la comida que su prima le daba.

—Wei Wuxian, tienes que comer. —Habló fuerte la alfa. —No me iré de aquí hasta que te hayas terminado todo.

El omega conocía a su prima y sabía que cumpliría lo que decía, así que sin más remedio tomó la comida y empezó a comer lentamente. Cada bocado era como una lenta tortura. Las náuseas no se hicieron esperar, sentía que en cualquier momento vomitaría todo. Tiró el plato sobre la cama y salió corriendo con rumbo al baño. Apenas alcanzó a llegar cuando las arcadas lo hicieron doblarse sobre el excusado, devolviendo lo poco que había ingerido momentos atrás.

Wen Qing salió disparada detrás de él cuando vio que salió corriendo y tapándose la boca, como queriendo evitar vomitar en el piso. Quizás la comida le había caído demasiado pesada al estómago de su primo. Ingresó al baño, se acercó a él y comenzó a frotar su espalda mientras las arcadas no dejaban en paz al omega. Una vez expulsó todo de su sistema cayó sentado en el piso del baño. De sus ojos escurrían lágrimas por el esfuerzo y su garganta dolía. Se veía más pálido y ojeroso. Seguramente estaba deshidratado. A-Qing lo ayudó a ponerse en pie y lo sostuvo mientras se enjuagaba la boca.

—¿Hermana? ¿Dónde están? —Escucharon la voz de A-Ning que al parecer ya había llegado a la casa.

—¡En el baño! —Gritó en respuesta. Su hermano llegó rápidamente donde estaban ambos. —Ayúdame a llevarlo de regreso a la cama. —Pidió y ambos comenzaron a casi arrastrar el débil cuerpo de su primo. Lo volvieron a acostar.

—¿Trajiste los resultados? —Preguntó la joven.

—Aquí están. —A-Ning le extendió el sobre a su hermana.

Wen Qing los abrió rápidamente y comenzó a leerlos. A-Xian veía el semblante serio de su prima mientras observaba sus resultados de laboratorio. En un momento, ambos omegas vieron que los ojos de la doctora se abrieron en sorpresa y su expresión seria cambiaba a una que denotaba shock.

Heridas de Amor... {WangXian}Where stories live. Discover now