Heridas de Amor... {WangXian}

XII

Desde el día en que Wuxian y Wangji decidieron intentar tener una relación, todo fluyó mejor de lo que ambos esperaban. Convertirse en pareja fue lo mejor que les pudo pasar, compartir la crianza y educación de Jingyi, ser una familia, parecían cosas tan naturales, cosas que estaban destinadas para ellos.

Con el correr de los años, sus heridas y sus corazones rotos habían sanado casi totalmente. Se habían vuelto casi inseparables. Lan Zhan los visitaba cada vez que podía, tratando de no levantar ningún tipo de sospechas en su tío Qiren, lo cual se estaba volviendo cada vez más difícil porque se le acababan las excusas.

Aunque la culpabilidad de quitarle el lugar a Xichen y privarlo de conocer a su hijo aún lo atormentaba, Lan Zhan era feliz, mucho más de lo que pensó que podía ser. Sin embargo, hubieron muchas veces en que quiso ser sincero con su hermano y decirle la verdad, pero siempre recordaba las promesas que le había hecho a Wei Ying y se callaba. Él creía que en algún momento el mismo Wei Ying sería quien contara toda la verdad y él estaría a su lado para apoyarlo cuando el día llegara.

Jingyi tenía 5 añitos y era el cachorrito más feliz de todo Yiling (o eso creían sus padres y tíos, quienes lo consentían demasiado). El pequeño tenía el carácter y la personalidad muy parecidas a las de Wei Wuxian, travieso y risueño, pero era un pequeñito muy cariñoso y leal. Él era el rayito de luz de la familia, quien les brindaba alegrías enormes.

Wei Wuxian no podía pedir más en la vida: tenía a su hijo, a sus primos y a un alfa que lo quería tanto como él. Ya no le dolía el pensar en el pasado, en Jiang Cheng o en Lan Xichen, en su traición o en el dolor que le causaron. No iba a ser un hipócrita al decir que ya los había perdonado o que había olvidado todo lo que hicieron, pero el pensar en todo eso ya era algo más soportable, algo llevadero. Tal vez llegaría el día en que volvería a verlos y hablar con ambos, y tal vez los perdonaría.

Era un día muy especial para Wangji y Wuxian, quienes estaban celebrando que cumplían 5 años de haber comenzado una relación, de convertirse en pareja. A través de los años, su relación había crecido, la confianza que ambos se tenían era envidiable. Se entendían a la perfección, era como si estuvieran hechos el uno para el otro, como si fueran almas gemelas que al fin se habían encontrado. En sus corazones sentían que estar juntos era lo correcto, que eran compañeros destinados, que eran lo que tanto buscaban y al fin habían encontrado.

—Tengo una sorpresa para ti. —Le dijo Lan Zhan a Wuxian con una sonrisa coqueta. El alfa había llegado muy temprano ese día a Yiling, ya que quería pasar su aniversario junto a su omega, al cual le tenía una enorme sorpresa preparada.

—¿Qué es? —Preguntó el omega emocionado.

—Lo sabrás dentro de poco. —Sonrió el alfa y dejó un pequeño beso en los labios del contrario. —Ahora ve y ponte más guapo de lo que ya eres. Yo te esperaré aquí.

—¿Y Jingyi? —Preguntó Wei Ying.

—No te preocupes por él. A-Qing y A-Ning lo cuidarán. Ahora ve y alístate.