Heridas de Amor... {WangXian}

XV

Al día siguiente, tanto Lan Wangji como Lan Qiren se dirigían hacia Lanling, para ahí reunirse con Xichen y los demás. En toda la noche, Wangji no pudo conciliar el sueño pensando en lo que pasaría cuando viera a su hermano con Jiang Cheng (porque a él nadie le quitaba de la cabeza que efectivamente no eran solo teorías de su tío y de él, sino que su hermano volvía con el omega), pensando en cómo darle la noticia a Wuxian y evitar que este reaccionara mal ante la situación.

Ambos hombres iban en total silencio en todo el camino dentro de aquel auto. Wangji iba manejando un tanto tenso y su tío se notaba igual o más tenso que él. Una vez que llegaron a la enorme mansión de Jin Zixuan y Jin Yanli ambos se bajaron del auto y caminaron a la puerta de entrada de la casa. Tocaron a la puerta y rápidamente los hicieron pasar hasta la sala de estar donde el matrimonio Jiang se encontraba con la pareja Jin.

Ninguno se sorprendió de verse las caras de nuevo después de tantos años. Los Jiang también habían sospechado que Jiang Cheng regresaba con Lan Xichen después que el omega les llamara y les contara que regresaría junto a su pareja.

—Tal parece que nuestras suposiciones resultaron ser ciertas. —Habló Yu Ziyuan a modo de saludo.

—¿También sospechan que mi sobrino vuelve con su hijo? —Preguntó Lan Qiren tomando asiento.

—Solo lo sospechábamos, pero ahora al verlos a ustedes aquí es que nuestras sospechas se confirman. —Dijo un poco decepcionado Fengmian.

—Al parecer una década alejados de China no les sirvió de nada a ese par. —Comenzó Madam Yu. —¡Son unos irrespetuosos! ¡Mira que faltarle al respeto a la memoria de Wei Ying de esa manera requiere de valor! —La mujer se encontraba bastante alterada e indignada por la situación.

Wangji solo estaba ahí, escuchando el intercambio entre los Jiang y su tío. Él no quería opinar nada, solo quería que esa absurda reunión se acabara de una vez.

Al cabo de pocos minutos, el timbre de la casa sonó y todos voltearon a la entrada, ya sabiendo perfectamente quienes entrarían por esa puerta. Todos estaban ansiosos y tensos por la situación que estaba a punto de desarrollarse.

Lan Xichen y Jiang Cheng ingresaron a la sala donde los demás estaban. Entraron tomados de la mano y esto causó disgusto sobre todos los presentes. Las miradas llenas de incredulidad, asombro, molestia y decepción no se hicieron esperar para la pareja, quienes automáticamente se tensaron.

—Es un placer verlos de nuevo a todos después de tantos años. —Saludó Lan Xichen. —Veo que no les sorprende mucho el vernos juntos.

—No tuvimos que pensar demasiado para deducir que volverían juntos, Lan Xichen. —Dijo Yanli con un tono indignado y viéndolos a ambos.

—Hermana... —Comenzó con un tono de voz lastimero A-Cheng.

—Yo no tengo hermanos. Mi único hermano murió hace 10 años. —Lo cortó con voz ácida la muchacha.

Jiang Cheng solo bajó la cabeza. Él sabía que regresar juntos no era una buena idea y se lo dijo a Xichen, pero este no lo quiso escuchar. Muy en el fondo, el omega reconocía que haberse casado con el alfa, haberse dejado marcar por él y reanudar su relación no era la decisión más sabia que había tomado, pero lo amaba y ese amor lo estaba cegando.

—¡No puedo entender cómo tienen el descaro de regresar juntos después de todo lo que hicieron! —Habló fuertemente Yu Ziyuan.

—¡Eso ya quedó en el pasado! ¡Ya pedimos perdón y creo que ya pagamos por todo lo que hicimos! ¡Nosotros también tenemos derecho a ser felices! —Respondió Xichen en el mismo tono que Madam Yu. —¡Fue por eso que decidimos reanudar nuestro romance, nos casamos y nos hemos enlazado como una pareja! —Soltó sin pensar en las consecuencias que esas palabras acarrearían.