Wei Wuxian, un omega que había sufrido el peor dolor por causa de la traición más amarga a manos de 2 personas que él amaba con su vida.
Lan Wangji, un alfa que se quedó plantado el día de su boda y con el corazón roto gracias a quien él consideró "...
¿Cómo demonios había pasado todo ese caos en solo segundos? ¿Cómo se las había arreglado Xichen para no estar esposado y encima tener escondido un puto cuchillo de cocina con él? ¿Qué jodidos había salido mal en todo eso? Wangji no lo sabía.
El alfa Lan solamente sabía que su omega había sido apuñalado un par de veces por Xichen antes que Song Lan lo matara. Wangji nunca se imaginó el giro que daría la situación dentro de aquella pequeña sala de visitas de la correccional.
Le tomó varios minutos a Lan Zhan el reaccionar ante lo ocurrido, quedando en estado de shock y con su cara descompuesta por la sorpresa y el terror de ver a Wei Ying en un charco de sangre debido a las profundas heridas hechas por Xichen.
El alfa Lan se acercó hasta su omega inconsciente, quien estaba siendo auxiliado por Song Lan, el cual estaba tratando de detener el sangrado de las heridas del omega.
—¡Lan Wangji! —Le gritó Song Lan, llamando la atención del contrario. —¡Haz presión sobre sus heridas! ¡Debemos tratar de aminorar el sangrado mientras la ambulancia llega aquí!
Wangji no sabía cómo es que aún podía ser de utilidad en ese caos. Sus manos temblaban mientras presionaba las heridas de su omega y de sus ojos no paraban de salir lágrimas que el alfa a penas y registraba. Wuxian lucía más y más pálido con cada segundo que transcurría. Un miedo enorme estaba haciendo de las suyas en Wangji, quien pensaba que podía perder a su omega y a sus hijos en cualquier segundo.
—¿¡DÓNDE DEMONIOS ESTÁ LA AMBULANCIA!? —Gritó desesperado el Lan.
Justo en ese momento, los paramédicos irrumpieron en aquella sala y rápidamente apartaron a Lan Zhan de Wuxian y a este se lo llevaron corriendo en una camilla hasta la ambulancia.
—¡Ve con tu omega! ¡Yo me encargo de lo demás aquí con tu abogado! —Le dijo Song Lan y Wangji salió corriendo detrás de su omega.
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Wen Qing casi se desmaya del susto cuando vio que de la ambulancia descendía un Lan Zhan con sangre sobre sus manos y sus ropas, así como también en su cara por haberse limpiado las lágrimas.
La doctora corrió hacia él. —¿¡Qué pasó, Wangji!? —El Lan no pudo responderle porque los paramédicos bajaron el cuerpo inconsciente de Wuxian. El rostro de Wen Qing lució una mueca sorprendida mientras se acercaba a su primo.
—El paciente tiene tres puñaladas en su cuerpo, las cuales son bastante profundas. —Comenzó a hablar uno de los paramédicos mientras empujaban la camilla de Wuxian hacia dentro del hospital. —Una de las heridas fue hecha en su vientre, otra fue hecha demasiado cerca de su corazón y la otra perforó uno de sus pulmones. Ha tenido una significativa pérdida de sangre y sus contracciones han comenzado de camino aquí.
Era demasiado para asimilar para la doctora Wen. La mujer sabía que no había tiempo que perder o sería demasiado tarde para salvar a los bebés y a su primo. La doctora comenzó a gritar órdenes a enfermeros y otros colegas de ella, llevándose a Wuxian inmediatamente a sala de operaciones.
