Heridas de Amor... {WangXian}

XXVI

Wangji no lo dudó un segundo más, arremetió con todas sus fuerzas contra su hermano, llevándose de paso a Jingyi entre ellos. Xichen no esperaba que su hermano se fuera contra él de aquella manera tan tempestiva y tan fuerte, que lo tomó totalmente desprevenido, haciendo que aflojara el agarre en el menor.

La colisión de los 3 cuerpos fue fuerte, haciendo que cayeran al suelo de aquella sala de espera en la que se encontraban. Song Lan vio que el cuerpo del menor cayó a un lado de los hermanos Lan y rápidamente lo tomó y lo llevó con él para ponerlo a salvo. La pistola que había estado sosteniendo Xichen también había caído lejos de ellos.

Los hermanos Lan estaban peleando entre ellos como si fueran dos bestias enojadas. Xichen nunca pensó que su hermanito tuviera semejante fuerza como para haberlo derribado de aquella manera, pero él también era fuerte y se lo demostraría.

En la caída, Xichen había quedado debajo de Wangji, dándole a este la oportunidad perfecta de asestarle puñetazo tras puñetazo a la cara del alfa mayor. La sangre salpicaba los puños de Wangji y Xichen luchaba por defenderse de la rabia de su hermano. En un momento de oportunidad, Xichen levantó una de sus rodillas y golpeó la entrepierna del menor, haciendo que este cesara sus golpes e intercambiaran posiciones. Ahora era Xichen quien golpeaba como loco a Wangji, con ganas de desfigurarle la cara a puñetazos. 

—¡¿CREES QUE ERES MÁS FUERTE QUE YO, WANGJI!? —Le preguntaba Xichen sin dejar de golpearlo y con una sonrisa en su desfigurada cara. 

Lan Zhan con la fuerza que aún tenía empujó a su hermano y él se intentó poner en pie, pero se sentía un poco descolocado por tanto golpe que había recibido. Xichen fue más rápido y con una fuerte patada derribó el cuerpo de su hermano de nuevo en el suelo. Cuando el Lan mayor estaba a punto de atacar de nuevo a su hermano, Wangji asestó su pie en el pecho de Xichen, haciendo que este trastabillara hacia atrás y cayera sentado en el suelo de nuevo.

Al fin, Wangji pudo levantarse y con pasos veloces se abalanzó sobre Xichen de nuevo. La rabia, cólera, enojo, resentimiento e ira se mezclaban en el torrente sanguíneo del alfa menor. Lanzó otro puñetazo directo a la nariz de su hermano, escuchando como los huesos de esta se quebraban ante el impacto. Xichen devolvía la misma cantidad de puñetazos, acertando casi todos en la cara o cuerpo de su hermano. Ambos estaban dando y recibiendo la paliza de sus vidas en manos de su propio hermano.

Ambos quedaron uno frente al otro, apenas pudiendo sostenerse en pie y con sus respiraciones cansadas. Ambos estaban bañados en sangre de todos los golpes que habían recibido, sus caras estaban casi irreconocibles y apenas lograban ver a su oponente frente a ellos por la inminente hinchazón en sus ojos.

Xichen se carcajeó con los dientes llenos de sangre y agarrándose las costillas debido al inmenso dolor que sentía en estas. —¡Debo admitir que tienes buenos ganchos, hermanito! ¡Pero debo decirte que lamentarás haberme golpeado! ¡Tanto el estúpido de Wuxian como el bastardo de Jingyi lo pagarán caro!

Eso fue todo. Wangji vio rojo de la ira y una vez más arremetió con todo contra su hermano. Xichen se encontraba débil y no fue difícil derribarlo. Wangji quedó a horcajadas sobre el cuerpo de su hermano.

—¡Esto es por ser un hijo de puta cobarde! —Y le asestó un buen golpe en la cara a Xichen. —¡Esto es por haberle roto el corazón a Wei Ying! —Otro golpe. —¡Esto es por haber secuestrado a mi hijo! —Un golpe más. —¡Esto es por haber golpeado a Wanyin! —Otro golpe. —¡Esto es por hacerle daño a mi familia! —Y una lluvia de puñetazos aterrizaron en el cuerpo de Xichen, no dándole ni tan siquiera la más mínima oportunidad de esquivarlos o defenderse.

Lan Zhan estaba frenético propinando golpe tras golpe a su hermano, dejándose llevar por aquel enorme torbellino de emociones que lo embargaban en esos momentos. —¡Y este es por mí! —Y propinó un último golpe que casi manda a Xichen a la inconsciencia.