Los susurros de una flor [BingQiu]

•°01 Pétalo°•

Luo Binghe ha vivido con un dilema desde hace algunos años. El sentimiento de no ser importante para nadie ha hecho que su personalidad se desvíe, a pesar de ser miembro de una familia importante, no es el claro ejemplo del "hijo prodigo".

Tiene claro que no es necesario en su familia. Su hermano mayor se está preparando para heredar la empresa familiar. Su madrastra a duras penas lo toma en cuenta. Y su padre. Bueno, al menos él se hizo cargo de su crianza cuando su madre decidió que no quería arruinar su vida cargando con él.

Estas actitudes con él hicieron que se volviera insensible con las personas a su alrededor. Y aunque su apellido le trajo ciertas amistades, nunca se sintió muy cómodo con ellas, ¡pero eso jamás saldría de su boca! Al igual que sus opiniones. Así que aquí está, parado delante de la entrada el Internado de Gusu, donde pasará tres malditos años rodeado de viejos estirados, con la esperanza de que se vuelva como ellos.

Dejó salir un fuerte suspiro, demostrando lo enojado que se sentía. Al menos se hubiera sentido abatido sabiendo que perdió con dignidad, pero últimamente, ni eso lo dejan hacer.

Cuando su padre le pidió que se quedará en la mesa después de la cena, no esperó que le dieran la horrible noticia del internado, es más, ni siquiera le dejaron espacio a objeciones. ¡Él debía ir! Ya estaba decidido. Como desearía poder haber tenido la agallas de tomar el postre y tirárselo a su madrastra cuando vió su sonrisa mal disimulada, y es que para ella, sólo era una oportunidad para no tenerlo cerca.

El sonido de la puerta del maletero lo sacó de sus pensamientos. Volteó a ver al chofer, que conversaba con un guardia, el cual, luego de ciertas palabras se acercó a él.

"Bienvenido, joven Luo." Dijo entregando lo que parecía una nota. "Por órdenes del sub-director, deberá ir a la oficina para poder obtener su horario. Nosotros nos encargaremos de su equipaje."

No le quedó más que asentir e ingresar. Cuando se enteró que debía asistir a este internado, se lo contó a Mobei, su primo, el cual lo mencionó de forma casual mientras jugaban videojuegos con las amistades de ambos. Y ese fue el comienzo de las críticas. 

Según varias personas, existían rumores acerca de este internado. Los más conocidos eran. "En Gusu: hay instructores extremadamente estrictos, hay más maleza que infraestructura, hay más reglas que maleza, hay una clara igualdad entre los libros y la tecnología, es importante tus calificaciones, o estudias o rezas, una de dos."

Y justo ahora, mientras camina hacia la oficina de administración, pudo comprobar que sí hay más áreas naturales que infraestructura, y no es que fuera pequeños. El área del internado era enorme, no sólo estaban las áreas de las aulas, sino habia también una cafetería, campos deportivos, un pabellón enorme, los dormitorios y un patio espectacular, las cuales estaban separadas por un río, y a las que podias acceder gracias a un puente.

No le sorprende. Al final, este internado está bajo el nombre de la familia Lan. Se dice incluso que tres generaciones de su familia han sido educadas aquí.

Tocó la puerta de la administración sin ganas, y cuando una voz femenina le respondió, él ingreso.

"Mmn. Usted debe ser Luo Binghe. Un gusto." dijo mientras estrechaba su mano. Él correspondió. Le hizo una seña al muchacho para que se sentara.

"Sí. Dijeron que debía venir a recoger un horario." con desgana desvió su mirada a unos papeles en el escritorio mientras tomaba asiento.

"Sí" vió como agachó su cabeza para buscar algo en una caja al lado de su silla. "Soy Ling Wen, jefa de administración. Joven Luo, aquí están todas las cosas que necesitará." el joven desvió su mirada hacia una caja pequeña, un folleto y un libro. Las tomó es sus manos bajo la mirada de Ling Wen. Ojeando sus nuevas pertenencias, pudo notar que el folleto era su horario, dentro de la caja habia una extraña pulsera y al levantar la tapa del libro solo pudo leer "Reglas del Internado de Gusu"