•°30 Pétalo°•

324 52 96
                                    

Los líderes de las mafias de XinMo estaban enojados.

Tras conocerse el repentino ataque a la mansión de la familia Shen, la policía de QiShan siguió el rastro hasta XinMo y estuvo a punto de acusar a la familia Luo de usar su conexión con las mafias para deshacerse de uno de los socios de sus enemigos, la familia Wen.

Sin embargo, TianLang-Jun logró manejar el tema correctamente pidiendo la razón de tan ridícula acusación. Allí fue donde los oficiales entregaron el broche y coincidentemente Luo Bingge, que estaba presente, lo vio y se puso pálido.

Hizo muchas preguntas a los policías y de un momento a otro estos pasaron de ser lo que interrogan a ser los interrogados. Ninguno de los oficiales presentes sabía cómo sucedió, pero estaban desconcertados.

Y Luo Bingge estaba realmente enojado.

Cuando no recibió una respuesta con respecto al broche pensó que Shen Jiu se había deshecho de este, pero jamás lo hizo. Al enterarse que fue encontrado en el mismo lugar donde se estaba el cuerpo sin vida de Madam Shen se sintió aún peor.

Shen Jiu no estaba por ningún lado y Luo Bingge sabía que lo habían secuestrado.

Los policías creyeron que sería un secuestro común y estarían esperando llamadas donde pidan recompensas, pero Bingge lo sabía, él sabía que esa llamada jamás llegaría.

Las mafias que vivían en los suburbios de QiShan, las mafias más bajas serían capaces de hacer cualquier cosa por dinero; y si Shen Jiu fue secuestrado por ellos solo podían esperarse lo peor, ya que ¡ninguna mafia de XinMo se había movido.

Y él sabía perfectamente que, por mucho odio que tenga las otras familias a los Wen, jamás harían algo tan desalmado como atacar a la familia Shen solo por desquitarse.

Bingge tomó el broche y salió de la casa para buscar a Ke Mo, si quería entrar en los suburbios y recuperar a Shen Jiu necesitaría toda la ayuda posible.

TianLang-Jun dio un suspiro frustrado.

"Jefe, se llevó la evidencia." Murmuró uno de los policías.

"No importa, ya lo verificamos y no se encontraron más huellas que las del muchacho."

"Esta bien, no se preocupen." Intentó calmar TianLang-Jun. Al parecer su hijo mayor tenía un extraño apego por el menor de los Shen. ¡Lo único que le faltaba! ¿Qué tenían esos chicos que traía así a sus hijos?. "Olvidaré este asunto con dos condiciones."

Los oficiales se miraron entre sí. "¿Cuáles son?"

"La primera de ellas es que nos dejen colaborar con la búsqueda de Shen Jiu."

Suponiendo que Luo Bingge le había dado uno de sus broches al chico debían considerar que era importante en la familia así que era común que quisiera encontrarlo, por lo cual asintieron.

"¿Y la segunda?"

TianLang-Jun fingió pensarlo por unos segundos y sonrió.

Encontrar a Shen Jiu era lo primordial en esta operación. Algunas de las cosas que hacían las mafias bajas con los secuestros eran pedir recompensas, prostitución o en el peor de los casos, venta de órganos.

Por ese motivo, ya sea vivo o muerto, encontrar al chico los llevará a los responsables de todo esto.

La noticia de la muerte de Shen Huan y Madam Shen, así como la desaparición de su hijo menor, Shen Qingqiu causó un revuelo en varias personas.

Luo Binghe estuvo a punto de salir otra vez de no ser por Hua Cheng y una advertencia de su padre.

Él sabía que, por mucho que quisiera ayudar no podría salir del internado. Muchos comenzaron a crear especulaciones por los recientes acontecimientos. Primero el mayor de los hijos desaparece, luego atacan la mansión y los líderes fallecen allí, con el menor de los Shen también desaparecido.

Los susurros de una flor [BingQiu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora