•°Pétalo Extra: BingJiu°•

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Luo Bingge tenía todo listo para el divorcio. Las fotografías, los vídeos, los papeles... ahora solo le quedaba hacer que esa mujer lo firmara.

Su hijo ya está por cumplir los dos años, aún es pequeño y si sabe mover bien sus hilos podrá quedarse por completo con su custodia.

"¿Qué es esto?" Preguntó ella viendo el folder.

"Quiero el divorcio." Dijo indiferente sentándose detrás de su escritorio.

La había citado a su estudio aprovechando que el pequeño Luo está dormido.

La expresión de la mujer se distorsionó. "¡¿De qué estas hablando?!"

"Sabes muy bien de lo que hablo." Comentó con calma.

"¡No, no lo sé! No podemos divorciarnos, ¿qué pasó para que quisieras hacer esto?" Reclamó ella.

"¿Realmente quieres que te diga?" Dejó caer una fotografías en la mesa.

Con rabia, la mujer rompió los papeles. "¡No pienso divorciarme!" Gritó exasperada.

"Sí lo harás, estarás obligada a hacerlo."

"Esto lo hice porque ya no me tomabas importancia desde que me embaracé. ¡Me sentía sola! Tu habrías hecho lo mismo."

"Entonces, ¿dices que lo hiciste suponiendo que yo también habría sido infiel?"

Luo Bingge frunció el ceño riendo sin gracia. ¿En qué momento fue a enredarse con esta loca?

Oh, ya recordó.

Todo comenzó hace tres años y algunos meses cuando salió a pasear con el pequeño Shen.

En ese tiempo Shen Jiu ya había cumplido 18 años, la relación entre ambos era más que perfecta; todo iba bien, todo estaba bien y Bingge no podía pedir nada mejor.

Shen Jiu no era un chico fácil de tratar, su actitud regresó cuando comenzó a superar lo que sucedió aquel día y ya no acudía a Bingge cuando se sentía mal; ya no dormían juntos y eso le dolió un poco.

Un día decidieron salir a un parque de atracciones del que habían estado hablando por días, y como el chico recién terminó de hacer el papeleo correspondiente, ¡pues nada mejor que salir a distraerse!

"Ya estaba esperando esto." Se quejó mirando las atracciones.

"¿Recuerdas cuando dije que me pidieras ayuda cuando tuvieras problemas? La propuesta aún sigue vigente." Comentó Binghe con una sonrisa traviesa.

Shen Jiu se rió. "La recuerdo, pero no te preocupes. Tú también estas ocupado y Meng Yao me ayuda bastante."

Ese tipo otra vez. Desde que uno de sus amigos le envió a Meng Yao para que ayudara a Shen Jiu, el muchacho habia dejado se tomarlo en cuenta.

"Mnh... ¿Quieres comer algo o primero subir a algún juego?" Preguntó cambiando de tema.

Shen Jiu se detuvo mirando alrededor. "Quiero subir a un juego, si comemos ahora lo devolveremos todo. " Desde hace un tiempo su voz se hizo más grave, ya no tenía ese ligero tono infantil con el que Bingge se burlaba.

Ya no parecía un niño, aunque hace unos meses se le metió la idea de entrenar con pesas para sacar musculatura ya que su complexión era muy delgada. Bingge se encargó de darle la rutina más horrible para que se quitara esa idea de la cabeza.

Al final Shen Jiu se dedicó a mantener su figura pero no volvió a hacer pesas desde ese día.

"¡Subamos a ese!" Dijo señalando uno grande que daba muchas vueltas.

Los susurros de una flor [BingQiu]Where stories live. Discover now