•°24 Pétalo°•

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Shen Jiu entró a la habitación de su hermano después de tocar. Se detuvo al instante al ver el desorden.

La cama y el pisó estaban llenas de ropa. "¿Hermano?" Llamó al no encontrarlo.

"¡Estoy aquí!"

"¿Qué haces en el clóset? ¿Alguien te quiso robar y te peleaste?"

Hace unos días Shen Qingqiu le había contado que Binghe iba a venir a Qishan, y hoy era ese día. "Tengo un problema."

"¿No tienes nada para ponerte?" Shen Jiu hizo una mueca burlona. Nunca imaginó que su hermano terminaría en un dilema así.

"No es eso. Es que hice siete conjuntos, pero ya llevo una hora cambiándolos entre sí."

"!¿Llevas una hora en esto?!"

"Me siento ridículo."

"Estas siendo ridículo." Shen Jiu regresó y comenzó a recoger la ropa. "Tu problema no es con la ropa, solo estas ansioso por salir." murmuró.

"¿Y nuestro padre?"

"Salió. Ya sabes que cuando Wen RuoHan lo llama, él solo corre." Entonces una idea apareció en su mente y giró a ver a su hermano. "¿Puedo ir contigo?" Pidió.

Shen Qingqiu lo miró unos segundos. "No lo sé. Quería salir solo con Binghe."

"No hay problema, es que quiero comprar algo y aprovecharé que sales. Solo te acompañaré hasta que te encuentres con él." Sugirió. Junto sus manos rogando. "¿Sí? Por favor."

Aunque fingió pensarlo, Shen Qingqiu no le podía negar nada a su hermano. "Esta bien, ve a cambiarte rápido."

Dejando la ropa sobre la cama, Shen Jiu comentó con burla. "Claro, prometo no demorar una hora escogiendo ropa."

"Ya vete..." señaló Shen con una divertida advertencia en su voz.

Shen Jiu salió corriendo y cerró la puerta de la habitación. Ahora Shen Qingqiu volvió al mismo dilema.

Media hora después, tras recibir un mensaje, los hermanos Shen salieron de la casa rumbo a la plaza central.

Lo que dijo Hua Cheng no era mentira, realmente lo dejó tirado cuando llegaron a Qishan, aunque tuvo la descencia de dejarlo frente al hotel donde había reservado.

Luo Binghe se dio un baño rápido e intentó vestirse para impresionar. Una vez listo le envió un mensaje a su Shizun para avisar que estaría esperándolo en la plaza. No le demoró mucho llegar, y tampoco espero demasiado.

Solo no esperaba que llegara acompañado de Shen Jiu, pero eso no cambio su ánimo. Se levantó con una sonrisa y saludó. "Shizun, chico bate."

Alrededor habían personas sentadas descansando, concersando, familias paseando o niños jugando. Algunas de ellas ya habían visto a Luo Binghe desde que llegó, y les sorprendió el cambio abrupto de expresión que tuvo el muchacho.

"¿Esperaste demasiado?" Preguntó Shen Qingqiu.

"¿Puedes dejar de llamarme 'chico bate?" Se quejó Shen Jiu.

Luo Binghe le dio una mirada burlona. "No." Rechazó.

Siempre pensó que, si Shen Jiu podía burlarse de él a su antojo, como mínimo debería tener el derecho de llamarlo como quisiera.

Shen Jiu rodó lo ojos. Quiso reclamar pero fue detenido por Shen Qingqiu. "A-Jiu, ¿la tienda a la debes ir está cerca?" El chico señaló una dirección. "Binghe, mi hermano va a comprar algo, vamos a..." sin embargo, fue interrumpido por el mismo Shen Jiu.

Los susurros de una flor [BingQiu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora