•°27 Pétalo°•

292 52 90
                                    

Luo Binghe no podía dormir adecuadamente, su sueño se hizo un poco ligero pero al menos podía dormir. Se quedó hasta tarde esperando una respuesta pero al no obtener nada decidió volver a intentarlo al día siguiente.

Eran casi las cuatro de la madrugada cuando su celular sonó y se levantó sobresaltado. Aún un poco adormilado sacó el aparato debajo de su almohada y con solo ver el nombre todo el cansancio desapareció.

La pantalla brillaba con el nombre de A-Yuan. Era él, ¡lo estaba llamando! Su Shizun realmente no se olvidó de él.

Contestó la llamada y saludó emocionado. "¡A-Yuan! Cariño, que alivio. Estaba tan preocupado, ¿por qué no me llamaste antes?"

"... Solo fue un día." Se escuchó débilmente.

"Fue el día más largo de mi vida. Pudiste enviarme un mensaje, aunque sea pequeño..." un ruido se escuchó al otro lado. "¿Cariño? ¿Todo está bien?"

"..."

La línea quedó en silencio, ¿su A-Yuan aún se encuentra ocupado? Puede que Huaisang haya tenido razón y si estaba trabajando. De ser así se disculparía de inmediato.

Unos segundos después Shen Qingqiu contestó. "Esto es realmente una molestia."

"¿Eh? ¿Qué pasó? ¿Tienes problemas con algo? ¿Quieres que te ayude a.."

"Luo Binghe, sinceramente ya no quiero tener problemas así que seré franco. Quiero que esto se termine."

La voz de Shen Qingqiu era dura y cruel, Luo Binghe se quedó en blanco. "De... ¿de qué estas hablando?" Un sensación de malestar creció en su pecho e involuntariamente comenzó a temblar.

Shen Qingqiu resopló hartó. "Ya no quiero seguir con esta farsa. Creí que si estaba contigo conseguiría algo pero después de todo solo sigues siendo el hijo bastardo de TianLang-Jun..."

"Shizun..."

"Es por eso que ya quiero terminar con esto de una vez por todas. Luo Binghe eres realmente despreciable, me has hecho caer tan bajo, me has causado demasiados problemas y estuve a punto de perder mi lugar por culpa tuya. No importa lo que haya querido obtener, es mejor si te olvidas de todo..."

"A-Yuan..."

"Ya no quiero seguir relacionándome con alguien como tú. Espero que tengas eso en cuenta cuando regrese..."

"¡A-Yuan! Cariño, ¿qué pasa? ¿Por qué me dices esto?" Luo Binghe estaba temblando sin dejar de murmurar entre sollozos. "¿Pasó algo en tu casa?"

"... No pasó nada, es solo que ya estoy cansado de tener que lidiar contigo."

"No, no, no..." negó Binghe. "Tú jamás me dirías algo así. A-Yuan, si pasó algo..."

Con desprecio, Shen Qingqiu sentenció. "Deja de llamarme así, escucharte mencionar mi nombre de esa forma me da asco. Espero haber dejado en claro todo."

Y la llamada se cortó.

Luo Binghe no tuvo tiempo de objetar, no tuvo tiempo de preguntar y no tuvo tiempo de disculparse.

¿Qué pasó?

Todo había estado hace tan solo dos días. Ellos habían pasado la noche juntos, había podido llamarlo por su nombre. Luo bajó con lentitud su mano y el celular quedó en la cama, giró el rostro y vio el abanico en la mesa de noche.

Estiró su mano aún temblando y lo tomó. Lo miró por unos segundos en estado de shock y poco a poco se fue quebrando. Abrazando el abanico en sus manos, Luo Binghe sollozó en silencio.

Los susurros de una flor [BingQiu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora