•°33 Pétalo°•

291 48 51
                                    

Shen Jiu está emocionado, ¡no lo puede creer!

Han pasado casi cinco años y su hermano al fin regresó. Tiene tantas cosas que preguntarle pero ahora lo único que puede hacer es sentarse y morderse el labio con nerviosismo.

"Y dime, ¿cómo has estado estos años?" Preguntó levantando la taza de té que Meng Yao había servido.

Shen Yuan se encontraba mirando alrededor con nostalgia. Algunas cosas cambiaron con respecto a la decoración, cuando vio las noticias pudo encontrar algunas fotos de la mansión destruída, realmente hicieron buen trabajo reparándola.

La sala se veía diferente porque cambiaron su ubicación, en realidad lo hicieron con casi todos los lugares.

"Todo ha estado bien..." murmuró. Su mayor preocupación era que su hermano lo rechazara pero ahora estaba allí, charlando con él mientras bebían té. "Yo... estaba más preocupado por tí. Me han dicho que te haz esforzado mucho."

Luo Binghe estaba feliz por su hazaña. Cuando su A-Yuan le dio a conocer su miedo de volver a ver a Shen Jiu, no lo pensó dos veces para llevarlo a Qishan.

"Oh, sí. Ha sido un poco difícil, pero todo ha estado muy bien." Sonrió el chico quitándole importante.

Shen Yuan bajó la mirada y dijo decaído. "Lo siento, no sabes cuánto lo siento. Yo simplemente me fui y no tuve las agallas de volver, te dejé todo a ti y..."

"Está bien. Ya no te preocupes por eso." Shen Jiu sabe más que nadie lo que es tener que enfrentarse a sus demonios internos; no poder regresar o tener miedo de hacerlo debió afectar mucho a su hermano. "Una vez te dije que sería tu as bajo la manga; cuando comencé a prepararme estaba listo para poder obtener tu trabajo por si lograbas retomar las riendas de tu vida. Obviamente no imaginé que fuera en el extranjero pero sigue siendo igual, ¡me alegra que hayas regresado!"

Binghe detuvo la taza de té a mitad de camino y abrió los ojos con sorpresa, levantó la mirada hacia Shen Jiu desconcertado. "¿Quién te dijo que estaba en el extranjero? ¿ya lo sabías?"

"Ah..." Shen Jiu levantó su taza y bebió con calma.

"¡¿Ya lo sabías?! ¡Y nunca me lo dijiste!" Reclamó golpeando la taza sobre el pequeño plato.

"Obviamente habrías recorrido el país entero buscándolo o habrías contratado a alguien para hacerlo." Se quejó Shen Jiu.

"¡¿Y eso qué?! Nunca me dijiste que ya sabías dónde estaba."

"Binghe, debió tener sus motivos..." trató de calmar Shen Yuan.

"En realidad no, solo fui egoísta." Murmuró Shen Jiu recibiendo una mirada de regaño de su hermano, él sonrió con inocencia.

Luo Binghe jadeó consternado. "¡Oh, qué maravilloso! He estado preocupado por tanto tiempo y tú solo te regodeabas."

Él siempre estuvo preocupado por el paradero de Shen Yuan, ya que no sabía si se encontraba bien; por lo que cuando su segundo año en el internado se terminó y salió de vacaciones hizo todo lo posible buscándolo incluso debajo de la roca más pequeña. Al tener que regresar al internado contrató a alguien para que siguiera buscando.

Debido a que Hua Cheng y Lan WangJi ya no estaban para detenerlo, causó ciertos problemas en el lugar y Lan QiRen frotó su sien con desesperación. "Igual que Jiang Wuxian." Murmuró el pobre hombre con cansancio.

Había hecho todo lo posible y ahora recién se entera que pudo haber obtenido esa información muy fácilmente.

"¡Entonces Bingge también lo sabía todo este tiempo!" Dijo con molestia y Shen Jiu casi escupe el té. "El desgraciado nunca me dijo nada."

Los susurros de una flor [BingQiu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora