•°26 Pétalo°•

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Shen Jiu no podía dormir. Las cabeza le dolía demasiado, apenas había podido cerrar los ojos.

Vio el reloj de su habitación. Son las ocho de la mañana, hace unos minutos había llegado una mucama a traerle el desayuno pero no tenía hambre.

Intentó salir en ese momento pero se topó con esos guardias, quienes solo le dijeron que se quedara allí hasta que su padre fuera a hablar con él.

¿De qué quería hablar? ¿Qué pasó ayer? ¿Por qué su hermano fue encerrado también?

Lo primero que llegó a la mente de Shen Jiu fue él mismo. Tenía el miedo de que su padre haya descubierto que no era su hijo biológico y que por eso lo había encerrado; pero después de escuchar a su hermano esas ideas se hicieron frágiles.

Si de verdad se hubiera de ello, entonces ¿por qué traer a Shen Qingqiu?

Entonces recordó la otra posible opción y comenzó a ponerse más nervioso. ¿Podría ser que su padre haya descubierto lo de Luo Binghe y su hermano?

¡Maldita sea!

Ni siquiera tenía su celular para poder llamar a Luo Binghe, su padre se lo había quitado. Shen Jiu agradeció ser cauteloso, aunque tuviera el número de Binghe, no lo tenía agendado y no agendó otros para que se pudiera esconder, así si su padre revisa su celular, el número que Binghe pasará desapercibido.

Se escucharon murmullos al otro lado de la puerta y Shen Jiu se detuvo en seco sin dejar de mirarla.

La puerta se abrió y su padre ingresó acompañado de los guardias, a los que ordenó quedarse afuera. Shen Huan tenía una expresión seria y cansado.

"Buenos días, A-Jiu." Se acercó a la cama y tomó asiento.

"Buenos días, padre." Respondió Shen Jiu mirando con cautela alrededor.

Al verlo tan asustado como un débil animal acorralado, Shen Huan sintió mucho pesar, así que palmeó el colchón pidiéndole a su hijo que se sentara.

Aunque reacio, Shen Jiu tuvo que acercarse. Estaba demasiado calmado, esto no le daba buena espina.

"Sé que debes tener muchas preguntas, así que responderé cada una de ellas."

Shen Jiu no se mordió la lengua y preguntó de inmediato. "¿Por qué me dejaste toda la noche encerrado? Incluso perderé clase hoy.

Shen Huan suspiró. "Siento que esto tenga que perjudicarte, A-Jiu. Pero el motivo por el que te encerré era porque no quería que te involucraras."

"¿Involucrarme?... ¿esto tiene que ver con mi hermano? ¿Es por eso que está aquí?"

Al mercionar a Shen Qingqiu, pudo notar como su padre frunció el ceño. Con un tono de voz duro, habló entre dientes. "Así es A-Jiu. Tu hermano cometió un error imperdonable, es por eso que lo traje de vuelta a casa."

"... ¿Qué fue lo que hizo?"

En rostro de Shen Huan se oscureció y escupió con desagrado. "Tomó una mala decisión. A-Jiu, ¿recuerdas al bastardo de los Luo? Esa basura a malinfluenciado a tu hermano."

Entonces Shen Jiu lo confirmó. Shen Huan se enteró sobre ellos, pero ¿por qué le cuenta esto? ¿No sabe que él...?

"Ambos... los dos estaban en una clase de relación." Masculló Shen Huan con rabia contenida. Shen Jiu bajó la mirada.

Al ver a su hijo en shock, Shen Huan pudo hacerse una idea de lo difícil que sería para él, así que trató de consolarlo. Pasó un brazo sobre sus hombros y abrazó a Shen Jiu. "Escucha hijo, el camino que tomó tu hermano jamás será el correcto. Ningún hombre debería ser así y aquellos que se niegan a cambiar deben ser corregidos a la fuerza."

Los susurros de una flor [BingQiu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora