Capitulo 6

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El silencio había predominado en el ambiente durante unos minutos, los mismos en los que Camila se permitió admirar la belleza angelical de Lauren. El silencio había sido interrumpido por la voz de la chica de ojos claros.

- ¿Crees que mami tardará mucho? Preguntó Lauren, bostezando de nuevo. Camila ya había perdido la cuenta de cuántas veces había visto a Lauren bostezar en los últimos diez minutos sola.

- Ella debe estar viniendo ahora. ¿Por qué no descansas un poco? Tuviste un día agotador y todavía te quedan algunas buenas horas. - Dijo Camila con serenidad.

- Porque mamá me pone a dormir y duerme conmigo. - explicó Lauren. - Me cuenta historias igual que papá.

- Ella debe estar viniendo ahora. - dijo Camila, llevando su mano al cabello de Lauren y acariciándolo.

- ¿Puedes ponerme a dormir como lo hace mami? - preguntó con voz débil, sus ojos casi cerrándose ya tan grande era su sueño.

-- Claro. - dijo Camila. - Yo sólo, bueno, no sé cómo lo hace. - confesó un poco avergonzada.

- Acuéstate aquí conmigo. - instruyó Lauren y Camila la miró con miedo, pero los ojos rojos del sueño la hicieron aceptar su pedido.

Camila se subió suavemente a la cama y se acostó junto a Lauren, mirando a la chica moverse y acostarse sobre su pecho.

- Hoy vi a mucha gente, Camz. - dijo Lauren, ya con los ojos cerrados.

- Por eso estás tan cansada, me imagino. Lauren asintio con la cabeza.

- ¿Puedes contarme una historia? - preguntó en voz baja y Camila tomó una mano por su cabello, acariciando su cuero cabelludo lentamente y sonrió ante la petición.

- Érase una vez una hermosa princesa ...

Cuando Clara regresó a la habitación, su sonrisa se abrió de una manera tierna, al encontrar a Lauren durmiendo sobre Camila. Dedujo que Lauren le había pedido que le contara una historia. ¡Oh, cómo amaba las historias!

Lo más hermoso de todo era que Camila también dormía tranquilamente, con un brazo alrededor de la espalda de Lauren, como para protegerla de los males del mundo.

La mujer sintió pena por tener que despertar a Camila, dedujo que la chica había dormido poco, solo y completamente porque pasó la noche en el hospital con ella y Lauren.

- Cariño ... - llamó la mujer, meciendo su cuerpo suavemente. Camila dio un salto, despertando asustada: los ojos muy abiertos y el corazón acelerado.

-- Oh Dios mío. Lo siento mucho. - se dispuso a decir Camila. - Ella quería que yo ...

- Le contarás una historia. - Clara completó sonriendo.

- Lo sé, no te preocupes. Gracias por hacerlo. - Dijo Clara tranquilizadora. - Solo te desperté porque supongo que quieres comer algo y necesitas volver a tus prácticas. Los ojos de Camila se agrandaron y miró su reloj de pulsera, quitando cuidadosamente a Lauren y bajándose de la cama.

- Gracias por despertarme. Realmente necesito irme. - dijo Camila, bostezando. Todavía estaba muy cansada, pero ¿qué podía hacer?

- Gracias por cuidarla por mí. Odia estar sola.

-- Lo suponía. Dijo que vio a varias personas hoy. - comentó Camila al ver a Clara asentir.

- Sí. El psiquiatra, el psicólogo, la prensa, varios médicos diferentes. Así que pospuse ver al fisioterapeuta, que en este caso eres tú. - dijo Clara con una sonrisa fraternal.

- Me imagino que todo el mundo quiere verla.

- A ella no le importa, pero cuando la prensa le preguntó si se sentía lista para volver a la vida, incluida la vida amorosa, bueno, se puso a llorar.

- ¿Preguntaron eso? - Camila se puso de pie. - ¿Cómo se atreven? No saben que ella ...

- Dios mío, lo saben, pero estos ratones hacen todo por la audiencia. Les prohibí entrar aquí después de eso. - Camila asintió, ya más tranquila.

- Salgo en cuatro horas. - informó Camila un poco avergonzada por lo que se atrevería a decir. - Quiero que hoy te vayas a casa, comas bien, te des un baño relajante y descanses. Me quedaré con ella.

-- De ninguna manera. - dijo Clara seriamente. - Sé lo cansada que estás, querida.

- Pero al menos dormí algo. Mañana empezamos la fisioterapia, ella necesitará todo tu apoyo, si duermes estarás al cien por ciento. - dijo Camila.

- Pero tú eres la fisioterapeuta, también necesitas estar al cien por ciento. - respondió Clara.

- Y yo lo estaré. Yo también dormiré toda la noche aquí mientras ella duerme. - explicó Camila. - Y en caso de que no esté al cien por ciento, de todos modos, no estaré sola, tendré el acompañamiento del Sr. Cowell. Clara suspiró y miró a su hija.

-- ¿Está segura? - Preguntó. - Quiero decir, has hecho demasiado por ella y ...

-- Lo estoy. - Dijo antes de ver a Clara mirándola.

- Cualquier cosa, por pequeña que sea, me llamas. - Dijo, viendo una sonrisa abierta en el rostro de Camila.

- Necesitaré su número de teléfono. - Tres golpes en la puerta, que ya estaba abierta, las hizo mirar en la dirección del sonido.

- ¿Sra. Jauregui? - preguntó la voz de Simon solo por preguntar, después de todo él sabía quién era la mujer.

-- ¿Si?

- Me gustaría hablarle de la fisioterapia. Clara frunció el ceño.

- Ya hablé con Ruppert y Camila. Todo ya está arreglado.

- Señora, sé que ama a Camila. - comenzó, acercándose, hablando como si la mujer no estuviera allí. - Pero conmigo tendremos un avance más rápido y eficiente. Clara asintió y sonrió.

- Oh, estoy muy feliz de saber que ayudará a Camila entonces. - dijo al ver que el hombre torcía la boca en señal de desaprobación.

- Quise decir que sugiero que yo sea el fisioterapeuta principal. - Fue directo, haciendo suspirar a Camila y poner sus manos sobre la bata de laboratorio.

- Bueno, yo creo que pago una mensualidad astronómica por este hospital para que me sugiera algo, cuando claramente el jefe del hospital ya se aseguró de que la señorita aquí presente Camila es capaz.

- Ella lo es, sin embargo ...

- Me basta con que ella pueda. Gracias. - Dijo ella seriamente. - Nos vemos mañana y, como dije, que bueno que estará ahí para ayudar a Camila.

- Clara, nos vemos luego. - dijo Camila un poco avergonzada por Simon, al ver a la mujer asentir. Los ojos marrones se dirigieron a Lauren y ella sonrió cuando vio la expresión serena en su rostro. Se acercó a la niña y se inclinó, dejando un beso en su frente, haciendo sonreír a Clara.

Definitivamente Camila cuidaría bien a su hija en fisioterapia, pero algo dentro de ella decía que ese cuidado traspasaba la barrera de la profesionalidad y a Clara, absolutamente, eso le gustaba.

En un Parpadeo ~TraducciónWhere stories live. Discover now