capitulo 11

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A pesar de la gran carga de cansancio que Camila había llevado durante los últimos días, esa tarde se había sentido feliz por su clase de práctica. Finalmente, después de tanto tiempo aguantando las cosas de Simon, tendría que guardárselo para sí mismo, después de todo, Clara estaría cerca y Camila estaba segura de que Clara no dejaría que la tratara como basura.

Camila llegó quince minutos antes al hospital, solo para poder hablar un poco más con Clara y Lauren. Había estado encantada desde que Lauren se había despertado, era como si su vida desde entonces hubiera tenido un propósito: ayudar a Lauren en su recuperación total.

- Buenas tardes a las mujeres más bellas de este hospital. - dijo Camila emocionada, entrando a la habitación, ya que la puerta estaba abierta. En su mano llevaba una rosa blanca y una roja.

- Hola hija. Llegastes temprano. - dijo Clara, sin dejar de notar las flores en la mano de Camila. Supuso que eran para Lauren, pero cuando Camila acercó la blanca hacia ella, su boca se abrió en completa sorpresa.

- Solía ​​llevarle rosas blancas a mi madre cuando vivía en la ciudad y, bueno, pensé que a usted también le gustaría. - Dijo cordialmente, al ver a Clara tomar la flor para ella e inhalar la fragancia.

-- Gracias querida. - Agradeció emocionada.

- Yo también vendría con algunos dulces, pero Lauren no puede comerlos por ahora y la señora afirmó que no le gusta el chocolate. - dijo Camila y sonrió mientras miraba en dirección a Lauren y vio que la Ojiverde estaba meciendo su cuerpo en la cama con impaciencia.

-- ¿No quiere hablar conmigo? - preguntó la chica de los ojos claros antes de resoplar y Camila volvió a sonreír, acercándose a la cama.

- Buenas tardes, cosa hermosa. - dijo Camila, estirando la rosa roja hacia ella. - Te traje un amiguito. Lauren frunció el ceño.

-- ¿Un amigo?

- Sí, la flor. - explicó Camila. - Lo compré en una florería y, bueno, está pasando por un proceso difícil, ¿me lo puedes cuidar?

-- ¿Que tiene ella? Lauren preguntó, visiblemente preocupada.

- Solo le quedan unos días de vida. - dijo Camila, viendo a Lauren abrir la boca con total desesperación.

- Pero ella no siente dolor y no sentira. - explicó Camila. - La traje para pasar los últimos días con la persona más especial del mundo.

-- ¿Si? - preguntó Lauren confundida y Camila asintió sin dejar de sonreír.

- Sí. Entonces ella estará muy feliz.

- ¿Me ayudarás a cuidarla, Camz? Nunca me ocupé de nadie. Lauren preguntó y Camila asintió. - Mami, ¿puedes traerme algo con agua para colocarla? Clara asintió y luego salió de la habitación con su rosa blanca en la mano.

-- ¿Cómo estás? - preguntó Camila.

- Triste. Por que, Ella morirá. - confesó Lauren.

- Ella moriría de todos modos desde que la cortaron. - explicó Camila. - Pero esto es solo una pequeña parte. Su corazón seguirá latiendo allí, en el rosal del que fue tomada esta rosa. - dijo Camila, viendo a Lauren oler los pétalos.

- Ella tomo una ducha, Camz.

-- ¿Cómo?

-- Baño. Huele rico. Tomo un baño. - dijo Lauren, haciendo reír a Camila con la expresión suave en su rostro.

- Quería oler bien para visitar a su nueva amiga. - dijo Camila, viendo a Lauren sonreír emocionada. - ¿Dormiste bien, Laur?

-- Dormí. Extrañe dormir contigo. Lauren respondió honestamente. - Hoy vino Ally de nuevo.

En un Parpadeo ~TraducciónWhere stories live. Discover now