Capitulo 38

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- Puedes subir, querida. - dijo Clara sonriendo y Camila se acercó a ella, dándole un fuerte abrazo.

- Te eche de menos. - dijo Camila sonriendo apenas terminó el abrazo. - No tuve tiempo de venir aquí esta semana, lo siento.

-- No te preocupes. - dijo Clara. - Oh, te estoy haciendo unas galletas increíbles, luego le pediré a Lauren que te las lleve a tu casa.

- Si eres la mejor suegra del mundo, la disputa probablemente seria ganada con el número uno. - dijo Camila riendo. -- Muchas gracias.

-- No hay de qué. - Dijo acariciando la mano de Camila. - Ahora sube, porque Lauren habla de ir a comprar este coche desde la semana pasada.

- Sí, iría con ella la semana pasada, pero tuve que cambiar mi turno esa semana. - explicó Camila. - Voy con ella, perdón.

-- Siéntete como en casa. - escuchó Camila decir a Clara antes de subir las escaleras. Caminó hacia la habitación de Lauren y llamó a la puerta tres veces.

-- ¡Entre! - Escuchó la voz de su novia pronunciar y sonrió, no la había visto en dos días.

- ¿Es aquí donde tienen una entregada anhelante novia? - preguntó Camila sonriendo y Lauren la miró con ojos brillantes.

- Camz… - dijo Lauren emocionada y se puso de pie, corriendo hacia su novia y dándole un fuerte abrazo antes de pegar sus labios en un largo beso.

- Oye, estás haciendo cambios, ¿eh? - dijo Camila cuando notó que algunas cosas estaban siendo removidas de las paredes de la habitación de Lauren.

- Sí, mi habitación no coincide con mi edad, pero no sé qué llevarme, me gusta todo. Camila asintió y tiró de la mano de Lauren, haciéndola sentarse en su regazo antes de envolver sus manos alrededor de su cuerpo.

- Mira, no tienes que sacar a las hadas por esa mierda de idea. - reclamó Camila. - Yo mismo estoy enamorada de los seres místicos y si pudiera tendría una habitación como la tuya.

-- ¿De verdad? Lauren preguntó y Camila asintió.

-- Muy en serio. Entonces, si quieres cambiar el estilo de tu habitación porque te enferma, incluso te ayudo, pero si es porque no se ajusta a los estándares de la sociedad, olvídalo.

- ¿De verdad me ayudarías?

-- Claro. - dijo Camila y Lauren sonrió. - Simplemente no quiero que aceptes ninguno de los carteles de Dinah, habrá una mujer desnuda en ellos, estoy segura, y estaré celosa. - dijo Camila riendo y Lauren abrió la boca sorprendida.

- ¡Camz! - dijo Lauren antes de hundir la cabeza en el cuello de Camila.

- Solo dije verdades. - dijo Camila riendo.

- Desde que entramos en este tema… - comenzó Lauren, acariciando la clavícula de Camila un poco incómoda. - Me las arreglé para hacerlo yo misma. Camila parpadeó lentamente hasta que entendió a qué se refería Lauren.

- No ... no tienes que decírmelo. - dijo Camila mordiéndose el labio inferior.

- Pensé que era justo decirlo, después de todo, pensaba en ti. - dijo Lauren y Camila podría haber jurado que había un poco de malicia en su voz que generalmente salía inocente.

- Tu mamá puede aparecer, la puerta está ... - comenzó Camila, jadeando y cerrando los ojos lentamente al sentir los suaves besos de Lauren en su cuello. - Abierto.

- ¿Alguna vez has hecho eso pensando en mí? Lauren preguntó, mirándolo antes de morder el labio inferior de Camila.

- Si, - confesó Camila. - más nunca conseguí terminarlo, tu sabes ... siempre alguien me interrumpia. - Reveló sintiendo los brazos de Lauren envueltos alrededor de su cuello.

- Puedo ayudarte con eso, Camz. - Susurró Lauren y Camila sintió que su cuerpo se calentaba repentinamente, provocando que su respiración se volviera irregular.

- Te estás convirtiendo en una pequeña provocadora experimentada. - dijo Camila entrecerrando los ojos y Lauren sonrió, asintiendo.

- Lo soy, ¿no? - pregunto riendo, antes de acariciar el cuello de Camila y apoyarse, capturando sus labios en un suave beso.

Camila gimió suavemente ante el anhelo que había sentido por ese contacto; nunca se cansaría de ese beso. Camila juntó sus manos en la cintura de Lauren cuando sintió la mano de Lauren bajar y entrar en su blusa, acariciando su vientre.

- Te eché de menos… - susurró Lauren antes de volver a profundizar el beso, haciendo que el corazón de Camila se acelerara aún más cuando la mano de la chica subió por el interior de su blusa. - ¿Puedo tocarte?

- La puerta, amor… - susurró Camila casi sin aliento y Lauren se puso de pie, cerrando apresuradamente la puerta.

-- Problema resuelto. - dijo Lauren antes de volver al regazo de Camila. -- ¿Y ahora? - preguntó llenando lentos besos en la clavícula de su novia.

- Puedes ... - soltó Camila en voz baja, sintiendo la cálida mano de Lauren rodear su pecho en el siguiente instante debajo de la blusa y apretarlo sin usar demasiada fuerza.

La niña gimió suavemente y sintió que sus pechos se hinchaban con el toque.

- Me encanta el hecho de que casi nunca usas sostén. - Dijo Lauren en voz baja. - Casi siempre puedo ver su forma. - dijo ella, volviendo a besar a Camila de forma intensa.

Camila mordió el labio inferior de Lauren y apretó su cintura, pero sus ojos se enfocaron en el reloj en el medio de la pared detrás de Lauren.

- Todo esto es muy, muy lindo, cariño, pero tenemos que ir a comprar ese coche pronto. Necesito ir a trabajar. - dijo Camila con dificultad, haciendo que Lauren retirara su mano de su pecho antes de darle un beso.

-- Está bien. - estuvo de acuerdo, levantándose del regazo de Camila y tirando de su mano.

[...]

Camila escuchó atentamente lo que el vendedor estaba diciendo sobre uno de los autos mientras tenía sus brazos sobre el hombro de Lauren, una de sus manos entrelazadas con las de Lauren.

- ¿Cómo dijiste que te llamabas? Lauren preguntó y el hombre le sonrió gentilmente.

- Juan. - le informó y Lauren asintió.

- Entonces, Juan. Realmente no estoy nada feliz de que tu hayas dicho que este es el modelo más económico y el último modelo lanzado, siendo que tú y yo sabemos muy bien que este modelo no llega hacer económico y tienes un modelo que se lanzó después que el. - Dijo Lauren tranquilamente. - Por eso les insto encarecidamente a que no mienta, porque mi novia está dispuesta a comprarle un coche para ella, prácticamente para su cumpleaños, y no me alegraré si odia el coche que comprara. - El hombre la miró desconcertado y Camila la miró con la boca abierta.

- Yo ... lo siento, señorita. -- El dice.

-- No lo sienta. Mira, parece que tenemos otro vendedor allí, gracias, ya no necesitamos tus servicios. - dijo Lauren, llevando a Camila hacia otra vendedora.

- ¿Cómo sabes todo eso? Camila preguntó en voz baja y Lauren sonrió, dándole un beso en la mejilla.

- En el hospital solo había una revista de moda y una de autos. - dijo Lauren riendo. - Y odio la moda.

- Absorbes lo que lees con mucha facilidad, ¿sabes? No sé si estoy orgullosa o celosa. - dijo Camila riendo, dándole un beso a Lauren antes de acercarse a la vendedora.

- Puedes tener ambas. Dijo. - Y, frente a la graciosa risa de Camila, Lauren inevitablemente sonrió.

En un Parpadeo ~TraducciónWhere stories live. Discover now