En un Parpadeo ~Traducción

capitulo 37

El cansancio fue lo que resumió Camila en ese momento. Su mayor deseo era haber corrido a la casa de Lauren y arreglar las cosas, sin embargo, cansada como estaba no resolvería nada. Había estado trabajando dos horas más, tratando de olvidarse de sus propios problemas mientras ayudaba a su paciente. Sin mencionar que perdió mucho tiempo leyendo los papeles que firmó para su contratación. Mientras arrojaba su llave en la mesa auxiliar de la sala de estar, se sorprendió al ver a Dinah abrazando a Normani, viendo una película.

- ¿Sin sexo? - preguntó Camila sorprendida. - Este día es realmente extraño. - dijo Camila, haciendo reír a Dinah.

- Creo que es bueno no bajar a beber agua durante la noche, porque hasta nos verás al revés. - Dijo Dinah, haciendo que Normani enterrara su rostro en la almohada, tal era su vergüenza.

- No se preocupen, porque tengo la intención de desmayarme hoy. - dijo Camila, subiendo las escaleras y dirigiéndose directamente a su habitación.
Se sorprendió tan pronto como vio el cuerpo de Lauren en su cama. La niña estaba abrazando su almohada y la miró con tristeza.

- ¿Me Perdónas por haber gritado? - le dijo Lauren, haciendo que Camila se ablandara en el acto y se acercara a la cama, arrodillándose en el suelo para encontrarse cara a cara con su novia.

- Debería disculparme. - Dijo Camila en voz baja. - ¿Vas a dormir aquí hoy?

- Si me dejas… - dijo Lauren temerosa y Camila sonrió.

- No seas tonta, puedes dormir conmigo cuando quieras. -- Dijo. - ¿Puedo darme una ducha para luego hablar? Lauren asintió, sintiendo los labios de Camila tocar la piel de su rostro antes de ir al baño.

Tan pronto como Camila salió del baño, vio que Lauren se había cambiado; vestía su amplia camisa blanca que le cubría los muslos y, mientras estaba acostada, Camila pudo ver que solo llevaba bragas debajo. No pudo evitar sonreír ante la ternura de la escena, poniéndoce los pantalones de chándal y una camiseta de dormir antes de gatear en la cama hacia su novia.

Lauren se acurrucó sobre su cuerpo y se acomodó, volviendo la cara para mirarla.

- Arruiné tu cumpleaños, Camz. Me disculpas. - Dijo Lauren en voz baja. - No sé qué me pasó. - Camila rió suavemente y besó su sien.

- Esto se llama PMS, amor, y todas la tenemos. - dijo Camila, mordiéndose el labio inferior antes de volver a hablar. - O tal vez eres tú en tu fase rebelde. - bromeó antes de suspirar. - ¿De verdad soy tan sobreprotectora?

- Sí, pero no tienes la culpa. Lauren aclaró.

- Por supuesto que sí, debería ...

- No, Camz. Lauren la silenció, llevándose el dedo índice a los labios. - No eres una adivina, no podrías haber adivinado que me molestaba. - Dijo de cara a los orbes marrones. - Nunca te lo dije.

- Hablaste con tu madre, ¿no? - preguntó Camila entrecerrando los ojos y Lauren se rió, asintiendo.

- Ella es muy buena dando consejos. - dijo Lauren y Camila estuvo de acuerdo.

-- ¿Vamos a hacer un trato? - sugirió Camila y Lauren frunció el ceño. - Tú me dices cuando algo te molesta y yo te enseño a conducir. ¿Que tal? Los ojos de Lauren se iluminaron con esa propuesta.

-- ¿Lo juras? - preguntó emocionada y Camila se rió de la emoción.

- Lo juro. - Dijo, sintiendo los labios de Lauren tocar los suyos dulcemente.

- Te amo, te amo, te amo. Mucho, bebé. Argh. - dijo Lauren antes de abrazar a Camila con fuerza.

-- Yo también te amo mucho. - respondió sonriendo.

- ¿Pero Junior te va a prestar el coche? Lauren preguntó confundida. - ¿Podemos pedirle a mi madre que ...

- No. - la interrumpió Camila. - Mañana por la mañana irás conmigo a un concesionario. - informó Camila. - Es hora de que compre mi coche y necesito tu opinión al respecto.

-- ¿Mi opinión? Lauren preguntó sorprendida.

-- Claro. Tienes buen gusto, además, apesto a la hora de elegir. Me enamoraré de unos quince coches y no me decidiré entre ninguno. - Dijo riendo suavemente. - ¿Estás dispuesto a ayudarme?

"Sí", respondió Lauren alegremente. - Estaba triste por haber peleado contigo. No me gusta eso, Camz.

- Yo también me quedé mal, amor. - dijo Camila, acariciando respetuosamente la cintura de su novia. - ¿Cómo llegastes, por cierto?

- Tomé un taxi.

- ¿Le avisaste a tu madre? Lauren asintió. - Genial, no me gusta preocuparla.

-- Ni a mi. - dijo Lauren.

- ¿Sabes que tengo novedades? - dijo Camila sonriendo.

- ¿Cómo puedo saberlo? - bromeó Lauren y Camila se rió, entrecerrando los ojos.

- Oye, no eras así. - dijo Camila y Lauren dejó un beso en su mejilla.

- Vamos dime. - Dijo Lauren con ansiedad.

- Bueno, Simon consiguió que me graduara antes de la fecha límite, así que ahora me pagarán por ir al hospital.

- ¿Lo Juraz? Después de todo, tiene corazón. - dijo Lauren riendo y Camila asintió.

- Sí, pero no me interesa hablar de él. ¿Qué tal si me das unos besos para curarme del dolor que sentí por habernos peleado, eh? - sugirió Camila y Lauren sonrió.

- A mí también me dolió. - advirtió Lauren.

- Entonces tendrás que darme el doble de besos, así sanaremos las dos. - dijo Camila.

- Siento que estás tomando ventaja de un ser humano inocente como yo. - bromeó Lauren.

- No me vengas con tus juegos mentales, ¿eh? - dijo Camila sonriendo. - Entiendo que no eres tan inocente.

- ¡Qué calumnia! - dijo Lauren fingiendo molestia y diría algo mas, pero Camila la calló con un beso.

- Por cierto… - susurró Camila contra la boca de Lauren. - Aún quedan unos minutos para que termine mi cumpleaños, así que no arruinaste nada. Lauren sonrió ante eso.

- Tengo que darte veintitrés besos. Uno por cada año. - dijo Lauren y Camila asintió.

- Puedes empezar… - sugirió Camila levantando una ceja y Lauren se inclinó.

- Uno ... - Dijo, luego de darle un largo beso a Camila. - Dos… - Y ahí se detuvo, al fin y al cabo Camila pidió un boleto con la lengua, rebosante de alegría de que todo volviera a estar bien.

- Entonces nunca terminaré. - dijo Lauren jadeando tan pronto como terminó el beso.

- Esa es la intención. - dijo Camila riendo.

Lauren no rompió su promesa, dejando a Camila con veintitrés besos, antes de salir un poco más y finalmente caer en el sueño, abrazándose y satisfecha.