Capítulo 9: Problemas

8K 497 7
                                    

Amélie

- Sólo digo que si tanto te molesta casarte, no lo hagas.

- ¿Por qué no iba a hacerlo? Al final, es sólo un trato.

Ese comentario, francamente, me molestó. Pero tenía razón, sólo era un acuerdo. Puede que él sólo quisiera divertirse un rato conmigo, y yo esté quedando de tonta porque me gustara. Sonreí amargamente.

- Sí. Es sólo un trato.

Me di la vuelta y me fui al aparcamiento. Me subí a un coche negro y arranqué. Mi teléfono sonaba en mi bolsillo, pero no atendí ni una vez. Si era Alessandro, se podía ir a la mierda. Y si era Hugo también.

Estaba muy estresada con la boda, literalmente todo me hacía enfadar. Por eso, cuando Bianca me dijo que hoy no podía ver a Alessandro porque uno: es tradición, y dos: teníamos que elegir el peinado y el maquillaje para mañana, me quejé. No quería estar a solas con Bianca, las dos igual de enfadadas. Así que la convencí para tomar algo y hablar, que se olvidara de la boda unos minutos.

Llegué a una cafetería y paré el coche justo en frente. Me bajé y entré. Mientras esperaba a que me pusieran un café, miraba por uno de los grandes ventanales de la cafetería. Vi un coche azul marino que me llamó la atención. No por su color, ni por su marca, si no por la persona que lo conducía: Daniel Bass. Y lo que más me aterraba es que parecía buscar a alguien.

Tranquila y rápidamente me puse mis gafas de sol y amarré mi pelo en un moño bajo. Salí de la cafetería con mi café, caminando como si nadie me estuviera siguiendo. Estaba llegando a mi coche, ya casi lo había logrado cuando tocaron mi hombro. Sabiendo que sería Bass, doblé su muñeca y le di una patada. Sin embargo, era Hugo quién me había tocado. Se levantó del suelo y corrió hasta el coche.

Yo me subí con él y arranqué.

- ¿Qué coño haces aquí? - Pregunté.

- Eso debería preguntarte yo. Nosotros buscándote y Daniel Bass a tres metros de ti.

- ¿Nosotros?

- Ajá. - Respondió y pareció caer en la cuenta de algo. - ¡Da la vuelta, da la vuelta! - Gritó girando mi volante y haciendo que diera la vuelta.

- ¡Quita! ¿Dónde está?

No hizo falta que me respondiera, mi prometido estaba caminando hacia Bass con claras intenciones de romperle la cara.

- ¡Llámalo! ¡Que no se acerque! - Chillé.

Hugo se bajó del coche y fue a buscar a Alessandro. Yo sólo esperaba que no cometiera ninguna locura.

Unos minutos después, aparecieron los dos en mi campo de visión. Hugo venía levantando sus pulgares y sonriendo en señal de victoria, mientras que el italiano parecía no saber ni qué estaba haciendo e iba más despacio que el español.

- Tengo que irme a una reunión. - Me dijo Hugo desde fuera del coche. - Pero te dejo a Lucifer aquí. Te quiero.

Se fue prácticamente corriendo dejándome sola con Alessandro, que se metió en el coche y se recostó en el asiento. No tenía buena cara. Arranqué el coche y empecé a conducir.

L'affareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora