Amélie
- No me gusta nada que vayas a esos sitios y estés sola. - Confesó mi marido.
Otra vez la misma discusión: yo tengo que ir al club de incógnito y él no quiere que vaya para que no me hagan daño. Como si eso fuera a ocurrir.
- Sólo queremos ver si está allí, Alessandro. Y no estaré sola.
- Voy a acompañarte.
- Si haces esfuerzos se te puede abrir la herida.
- Sabes que no me importa.
- Por favor, no hagas eso, ¿vale? - rogué. - No volveré tan tarde como la última vez, lo juro.
- Te esperaré despierto.
Sonreí, aunque me pareció extraño que se rindiera tan pronto.
- Llegaré a la hora de cenar.
- Cocinaré entonces, así te compenso aquella cena que nunca tuvimos. ¿Que te parece? - propuso atrayéndome a él colocando sus manos en mi cintura.
- Me parece que volveré lo antes posible.
Lo besé y cogí mi bolso, dispuesta a irme cuando él me dio una nalgada.
- Ve con cuidado, ¿quieres?
Asentí y besó mi frente.
- Te quiero mucho, mucho, mucho. - Le dije.
Quería decirle que le amaba, pero no era el momento.
- Yo te quiero mucho, mucho, mucho más.
•
•
•- ¡Natasha! No sabía que venía hoy. - Saludó Michael.
- No pensaba hacerlo, pero el otro día me lo pasé bien, así que heme aquí. - Reí falsamente. - ¿Ha venido a ver a su amigo de nuevo?
- Claro, siempre vengo a verlo a él.
Muy bien, o sea que siempre que Michael viniera, estaba Daniel.
- ¿Sólo viene por él? - fingí estar impresionada.
- Si no, ¿para qué iba a venir?
- Parecéis muy unidos.
Michael sonrió amargamente.
- ¿Y usted viene a ver a Evans?
- Si no, ¿para qué iba a venir? - le imité.
- Aún quedan unos minutos para que empiece, ¿vamos afuera?
Iba a responderle, pero en ese momento me llegó un mensaje.
Daddy
Qué tal vas?
19:24Shhh, trabajando
19:24Justo cuando quise volver a responderle a Michael, algo hizo que me girara hacia la entrada y no podía creer lo que estaba viendo. Pero sí, Alessandro D'angelo estaba ahí.
No era raro encontrar a personas de su mafia en este "club", de hecho era muy común y más aún cuando hoy había venido nuestro amigo Hugo a pelear. Pero claro, Hugo no era amigo de Natasha.
Aparté mi mirada rápidamente de la entrada y la volví a mi acompañante.
- Perdone, ¿qué había dicho?
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L'affare
Любовные романы- Entonces, vita mia, ¿tenemos un trato? • • • En la mafia no siempre es posible escoger, y cuando es posible, todas las opciones parecen ser igual de malas. Alessandro y Amélie nunca pensaron en casarse, pero ahora que les conviene, tienen un trat...