Alessandro
Intentaba mantener mi mente ocupada leyendo informes que mis compañeros me habían dado hasta que Amélie llegara. No me gustaba que se expusiera así, pero a ella le importaba una mierda lo que me gustara a mí o no. Y la entendía, pero sólo intento protegerla.
Finalmente, me rendí. Miré el móvil por decimocuarta vez en la noche, pero mi mujer no me respondía.
Moglia
Has llegado ya?
22:47Avísame si necesitáis ayuda
22:48Te quiero
22:48Se supone que no ibas a tardar,
está todo bien?
00:32Amélie?
00:51Preocupado, cogí las llaves con la intención de ir a buscarla, sin embargo, me llegó un mensaje.
MogliaEstoy bien, se ha alargado
un poco.Estás en casa?
01:28Iba a buscarte
Pero sí, aún estoy aquí
01:28
Perdón, acabo de encender
el móvilEstaré ahí en unos
minutos.
01:29Te espero
01:29Me serví whisky en un vaso y me senté en uno de los sillones del salón. Al menos ella estaba bien y venía en camino.
No paraba de mirar el reloj esperando a que mi mujer llegara de una vez, pero cuando veía que ninguna de las dos agujas se había movido aún de su sitio, daba otro trago al whisky.
Unos minutos después, escuché la llave en la puerta principal, lo que hizo que me levantara inmediatamente y llegara hasta ella. La abracé y ella me devolvió el abrazo divertida.
- Estoy bien, cielo. Te dije que confiaras en mis capacidades.
- Era muy peligroso...
Cuando me separé de ella, me contó todo lo que había ocurrido con Michael Coleman, Bass y los demás.
- En conclusión, iremos el viernes que viene y hablaremos con Michael de nuevo.
- Te acompañaré.
- No puedes. - Dijo rodando los ojos. - Pero hay algo que me gustaría que hicieras. Creo que eres el más indicado para hacerlo.
- Lo que sea.
- Ir a hablar con Donna. - Puse cara de fastidio. - ¿Porfa?
- Lo haré...
- Gracias. - Me besó.
Agarré a la pelirroja de la cintura e intensifiqué el beso. Ella jadeó en mis labios.
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L'affare
Romance- Entonces, vita mia, ¿tenemos un trato? • • • En la mafia no siempre es posible escoger, y cuando es posible, todas las opciones parecen ser igual de malas. Alessandro y Amélie nunca pensaron en casarse, pero ahora que les conviene, tienen un trat...