Capitulo 50: ¡Confianza antes de la batalla!

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[Claire: Déjame ver sí entendí, todos los que fueron asignados al fuerte aparecieron en el patio  ¿¡como sí nada?! ]


Gritó en furia hacia un subordinado que lo acompañaba.


[Guardia 2: S-si... ¡¡es lo que varios testigos afirman!! ]


Mientras corrían a  través  del largo pasillo,  doblaron hacia la izquierda para luego bajar unos largos escalones.


[Rain: ¡¡Ya lo sabes, ¿verdad?!! ]


Traspasando una columna con magia, Rain se colocó al mismo nivel de carrera que Claire.


[Claire: Si, ¡¡todo esto es demasiado confuso!! sí veo al idiota de Satou Kazuma en esas filas ¡¡te juro que!! ¡¡Uhh!! de solo pensar en lo que hace ese inútil ahora mismo, mientras estamos hablando ¡¡me irrita!!]


Ellas atravesaron la puerta.


[Rain: Todo esto se está saliendo de control... Ya no tengo comunicaciones con la fuente mágica del fuerte, por lo que me temo que...]


[Claire: Fue destruido...]


Su cara se contorsionó a una de desagradado.


[Rain: Pero en caso de ser una destrucción de guerra... ¿No te parece raro que hasta los sujetos extraños estén acá? nadie tiene heridas, ni algo que delate que tuvieron un combate arduo por sobrevivir.


[Claire: No lo sé, no lo sé... Simplemente no cuadra con él ultimo informe que recibí y...]


Ellas se detuvieron, la razón. Era una niña de cabello dorado que hablaba con uno de los reencarnados.


[Claire: ¿Iris-sama...? ]



[Iris: ¡¡¿Lo viste?!! ¿haz visto a un chico de ojos verdes y cabello castaño?]


Tomándolo de su camisa, el chico solamente podía pronunciar unas pocas palabras.


[Reencarnado: C-creo que se refiere a... Satou... ¿Kazuma? así se llamaba... ¿verdad? ]


Preguntó hacia uno de sus acompañantes, pero estos simplemente alzaron sus hombros. Prácticamente, estaban ocupados mesiendose del miedo.. Y sus armas divinas desaparecieron, por lo que ahora mismo eran humanos normales.


[Iris: ¡¡Ese!! al menos, ¿¡han visto a su grupo!? ]


Estos simplemente negaron, al saber que seria inútil seguir con esta conversación ella estaba apunto de abandonar, hasta que otro reencarnado de cabello blanco y ojos de color rojo la llamo.

Konosuba:  Mímica empaticaWhere stories live. Discover now