Capitulo 153: Lo que no pude evitar.

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Las autoridades de Ichigaya me retuvieron en un centro asistencial por aparte.


Al realizarme un examen completo de mis radiografías cerebrales, inmediatamente se colocaron en contacto con distintos medios gubernamentales japoneses.


Nunca vieron un caso similar al mío.


Incluso el personal exageraba que estaban ante una deidad.


Y todo eso por solo analizar mis patrones cerebrales...


¿Sí hubiera sido alguien normal en ese entonces me habrían liberado?


No.


Desde antes de formarme dentro del vientre de mi madre, el destino tenía preparado mi papel en esta gran obra de teatro de tamaños astronómicos.


Generalmente entendemos que la inteligencia es una capacidad mental muy general que implica habilidad para razonar, planificar, resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la experiencia.


Aquello lo podía hacer con relativa facilidad.


Para alguien qué era solamente un infante estaba demasiado adelantado en cuanto a comprensión y capacidad de análisis.


En poco tiempo fui trasladada a instalaciones avanzadas bajo tierra.


Fui consciente del millar de voces susurrantes del personal médico a mi alrededor.


Algunos simplemente no creían que una mocosa tuviera tales dotes.


Pero otros se quedaron perplejos ante los resultados que se les fueron vislumbrados.


Sin posibilidad de moverme, sin posibilidad alguna de oponerme y gritar, sin posibilidad de tan si quiera pestañear...


Inyectándome los nutrientes necesarios para que subsistiera.


Mi ritmo cardiaco, las ondas cerebrales, entre otras funciones de órganos vitales eran monitoreados día a día.


Por meses... Me administraron cualquier tipo de droga, con la intención de estimular mis actividades cerebrales.


Eso si, sin despertar mi frío y duradero letargo.


Físicamente me retuvieron en una especie de incubadora gigantesca.


Donde fui sumergida en un líquido totalmente espeso de color naranja.


Mentalmente mi cuerpo se volvió una prisión espiritual.


Estaba viva, pero no lo parecía. Dentro de una especie de sarcófago el trance a la que fui sometida perduró por años.

Konosuba:  Mímica empaticaWhere stories live. Discover now