Konosuba: Mímica empatica

Capitulo 137: Personalidad Dominante

—... T-tu... ¿tienes idea de por lo menos de lo que sale de esa bocaza tuya?

—Si, y estoy totalmente seguro de eso.

—Kazuma...

Megumin no tenía palabra alguna para describir el torrente de emociones nacientes de la actitud tan despreocupada del muchacho.

—Fue una total desgracia lo que le pasó a la gente de Elroad, pero eso sucedió precisamente porque gente como Ragcraft se atrevió a meterse en mi camino.

—... ¿Meterse en tu camino? Llamas "meterse en tu camino" a la gente que no tenia nada qué ver en nuestros asuntos, me que estás diciendo qué ¡¿debieron pagar el precio?!

Esta vez, furiosa y sin dejar pasar las palabras de él Megumin señaló a Kazuma mientras esta daba pasos agigantados.

—Terceros que, para su desafortunado destino estuvieron en el lugar y a la hora equivocada. Fueron un medio para lograr un fin, ¿lo entiendes?

—¡¿Fin?! ¿¡Cual fin, Kazuma!? Yo también estuve impactada por lo de Darkness, pero por lo menos yo hago pagar al enemigo... ¡no a civiles! Aún sin ese maldito tatuaje afectándote la cabeza, ¡dices cosas totalmente fuera de...!

Pero Megumin se detuvo al ver expresión casi sin cambios de Kazuma.

—Te lo dije, este es quien soy en realidad. Sí no quieres que este monstruo destruya tú aldea, mas te vale que te largues.

—¡!

Impactada de eso, sintiéndose intimidada por las palabras de Kazuma se arrastró más lejos con el pasar de los segundos.

Se negaba a creer rotundamente en que este era la verdadera personalidad de él.

Aunque en la mayoría del tiempo reciba distintos insultos en su día a día, ciertamente nunca les tomaba importancia y realizaba una acción totalmente fuera de sus cabales para distraer la mente y evitar pensar en eso.

A pesar de que sea el peor tipo de persona con el que te puedas juntar, sabia que muy en el fondo se preocupa por las que considera "su familia"

Pero esta versión de él...

Seca, fría, tosca, llena de burla y egocentrismo en todo su ser.

Definitivamente era un contraste absoluto a lo que ella solía pensar del propio Kazuma.

—¿Acaso no fui claro?

Similares a flamas encendiéndose en las penumbras, una amenazante luz carmesí fue trazado en la oscuridad en son de advertencia.