XVII

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XVII. Auto


Las clases terminaron a las dos de la tarde exactamente. Lena me ha invitado a su casa al salir de la universidad por lo que rápidamente le aviso a papá por WhatsApp a lo que él me responde que no hay problema.
Lena y yo subimos los escalones de su espaciosa casa hasta llegar a su habitación, donde una ronda de preguntas me llega al acecho.

—Ahora sí perra. —nos acomodamos sobre su cama después de quitarnos los zapatos. —¿Qué carajo fué lo que hiciste para que te llevara en ese auto tan jodidamente caro?, ¡Dime por favor que al menos se la chupaste!

—No boba. —río —No hice nada, él se ofreció a llevarme durante el desayuno.
Me sentí realizada, ¿Sabes?, esque, es un auto demasiado costoso y con su olor impregnado por todas partes, Lena, te juro que mi pequeña nena se humedeció de solo imaginar el polvazo que pudimos echarnos en la parte trasera. —ella me golpea con una almohada mientras ámbas reímos.

—¿No hiciste nada para provocarlo?

—Toqué su mano, tenía la intención de ponerla sobre mi pierna y quizás ir más allá... pero dijo que estaba mal. Yo solo le dije que lo pensara y eso fué todo.

—¿Y cómo tiene las manos? —muerdo mi labio inferior. Dios, esque somos tan malditamente fetichistas. 

—Tiene las manos como para nalguearme hasta que se canse, ¡maldición! —ella chilla de emoción junto conmigo. —Sus venas son tan marcadas, sus manos son el doble de grandes que las mías. Es decir, si así está el árbol, no me quiero imaginar como estará el tronco... —se echa a reír tomando un libro de la gaveta.

—Bueno, pues aquí mi misión es hacer que al fin te lo tires. Así que compré este libro. —me lo muestra.

—Tu no compras libros nunca, Lena.

—¡Lo sé!, apreciame, lo hice por ti desgraciada. —río tomando el libro entre mis manos. —Aunque no es cualquier libro. Lo compré en una librería clandestina, créeme, LO NECESITAS EN TU VIDA.

—¿Las reglas de papi? —Leo el título algo sorprendida. Y me dispongo a leer la primer lista. —A papi le gusta sentir tu boquita sobre el glande de su... —lo cierro de golpe. —¡Joder, Lena!

—¡Terminalo!, A papi le gusta sentir tu boquita sobre el glande de su rico pene, ¡Las respuestas a tu incógnita están ahí, cariño!, les gusta una buena mamada, así que te dejo tarea para que la pongas en práctica.

—¿Tiene tips sobre como hacerlas mejor? —asiente buscando la página 25 y me muestra.

—Según un estudio realizado por tres sexólogos Londinenses, se lame la parte inferior del pene, recordando que el mismo tiene muchas terminaciones nerviosas, pero para muchos hombres también resulta placentero si besas o chupas sus testículos. Dale un recorrido a ellos y luego sube por la parte inferior del tronco del pene, así como su fuera una paleta de hielo... —nos miramos entre sí compartiendo complicidad. —Hay cientos de paletas de hielo en el congelador, a mamá le encantan...

—Sé como hacer un buen blowjob, Lena. —ella ríe.

—Pero no está mal practicar, cariño. —ruedo los ojos al cielo. —Sigamos leyendo.

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| © Where stories live. Discover now