𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| ©

H. BIRTHDAY

Pequeño apartado para desearles una muy feliz navidad a todxs, que se la pasen exquisitamenre con sus familiares y que todos sus deseos se vuelvan realidad. Mis mejores deseos, las amo<3

UNIVERSO ALTERNO

Grace

Toda nuestra sala está repleta de familia que estalla en aplausos cuando terminamos de cantarle el feliz cumpleaños al hombre que me hace feliz cada mañana.

Los niños se le abalanzan llenándolo de besos y rogándole que abra sus regalos que no son más que meras cartitas escritas por ellos y los obsequios que los ayudé a escoger en el centro comercial para su padre. Einer escogió un reloj para él y Ari un principe de juguete que según ella, se parece a su papi.

—¿Un príncipe? —le cuestiona sonriente a la pequeña que asiente tomando a su princesa de juguete.

—¡Para que juguemos juntos papi! —Niall la abraza contra su pecho llenando su mejilla de besos. Tiene a Einer y a Ari en cada pierna. El primero detalla el reloj dorado en su muñeca y que él escogió para su padre, diciéndole que cuando sea grande se lo va a prestar. El irlandés besa las frentes de sus hijos murmurando cuanto los ama.

Mi madre, mi padre, mi abuelo, tía y hermanos. Sus padres, su hermano y cuñada lo felicitan de igual forma y obsequian regalos que más tarde, quizás, terminará de abrir.

Solo falto yo.

Es por eso que me acerco sigilosa cuando mis hijos se han bajado de sus piernas. Dejo frente a él la caja de tamaño mediano/pequeño sellada con un lazo blanco bajo su mirada espectante y la de nuestra familia.

Además de Lena, nadie más sabe lo que estoy por revelar.

Me inclino tomando su barbilla y besando aquellos labios que me corresponden gustosos buscando un segundo beso cuando me alejo.

—Te amo —susurro solo para nosotros—, disfruta el regalo, mi amor. —beso su frente haciéndome a un lado para que pueda proceder.

—¡Ábrelo, ábreloooooo! —espeta la revoltosa de nuestra hija.

Lena comienza a grabar y el silencio se crea cuando deshace el lazo y la sonrisa se le borra, convirtiéndose en un gesto de completo asombro e incredulidad. Observa absorto lo que yace dentro de la caja tocando apenas en un roce ligero la tela blanca del mameluco para recién nacido que se sitúa debajo de las siete pruebas de embarazo que me hice y la confirmación en papel de los resultados del laboratorio.

—¿Qué es? —cuestiona mi padre.

—Si ¿Qué es, Niall? —insiste su madre.

Él no les responde, su siguiente acción es mirarme no pudiendo ocultar aquel brillo que de la nada le surge en aquellos hipnóticos ojos celestes.

—¿Es real? —su vista se clava en mi abdomen ahora plano. Asiento.

—¿Qué cosa es real? —pregunta confundido Yusef empinandose una cerveza.