XXXII

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XXXII. Lipstick

Julio 25, 2017

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Julio 25, 2017.

Cinco días para la celebración.

Grace

Estoy que me revienta el jodido pecho cuando cruzo el umbral de la puerta y escucho las muy conocidas voces al fondo del pasillo principal.

Mamá y Nancy visten ropa informal, es clásico de un domingo por la tarde.
Vaqueros, blusas de tirantes y camisas de botones abiertas, zapatos cómodos.
Ha sido un día de limpieza general, comenzando por mi. Limpié mi habitación a fondo, ayudándome de los sirvientes contratados. Es como si las cuentas bancarias de mis padres no estuviesen a reventar. Somos personas simples con lujos simples. Mamá lava la ropa ella misma junto a mi nana y las mucamas. Le gusta participar y ser activa en las tareas del hogar cuando tiene días libres. Nancy hace lo mismo, Ofelia indica que la primera tanda de ropa está por salir.

Me encuentro sudorosa y con la ropa de gimnasio aún puesta. Rose, una de las empleadas, me tiende una botella de agua la cual agradezco.
Me dejo los airpods puestos con rihanna reproduciéndose en los audífonos.

—Has llegado. —mamá me sonríe y las saludo a ambas con un beso en la mejilla. Me refiero a Nancy.

—Llegué hace poco, ¿Donde estabas linda? —me dice mientras dobla prendas de ropa del canasto limpio. El olor a suavizante me invade.

—Gym. —contesto agitada—. Vine corriendo desde allá, mala desición. Son ocho jodidos kilómetros—ella ríe—. ¿Y papá? —le cuestiono a mi progenitora haciéndome la loca pues he escuchado sus voces desde la entrada.

—Ocupado, están en el despacho. Hay problemas en la oficina y el director general de la empresa presentó su renuncia de la nada. Lo bueno es que tenemos en nuestro circulo a uno de los mejores de todo Londres. —no se si siento mi pulso estallar por la mención indirecta de quien estoy pensando o porque mi ritmo cardíaco aún no se acostumbra a la tranquilidad.

—¿A quién? —indago, tomando otro sorbo dejando la botella a la mitad. Mamá me quiere responder aunque su mirada viaja a mis espaldas sonriendo plenamente.

—¡Henry! —camina hacia él, saludandolo con un beso en la mejilla—, no pude saludarte hace rato, estaba ajetreada.

—Descuida, no pasa nada. —le dice él posando sus ojos sobre mi. El contacto dura poco pues mi padre le habla.

—Mi esposo me mataría si me escuchara pero... tu profesor es un cuero. —susurra Nancy aferrada a una camiseta.

El suyo me dió semejantes polvos anoche, no debo decir nada al respecto.

—Lo es. —respondo con simpleza.

—Hola cielo. —beso la mejilla de papá cuando intenta acercarse.

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora