Capítulo 7

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Estuve pensativa un buen tiempo debido a las cosas raras que ocurrieron esta noche. Lo de Max se complica porque no me gusta, pero no quiero hacerlo sentir mal y que lo que hemos construido en esta última semana se esfume. Temo que al obtener una respuesta negativa de mi parte el comience a distanciarse. Por otra parte está este vacío que siento desde que perdí a mamá y que ahora a aumentado por estar lejos de las personas que más quiero.

Me lanzo a la cama de espalda con ganas de detener el funcionamiento de mi cerebro. Llámenme loca pero apuesto que a ustedes algunas veces les pasa que solo quieren parar de pensar en algo y por más que lo intentan simplemente no pueden. Siempre he tenido  la idea  de que pienso demasiado las cosas y justo hoy lo compruebo.

Dos días pasaron de aquella noche y otra vez es lunes. Estaciono rápido y corro de volada a mi clase. Sentada  en primera fila como es costumbre saco mis libros para tomar los apuntes  más necesarios.

- Buenos días - llega el profesor pero no viene solo, detrás de él un grupo de estudiantes de segundo año aparecen.

- Hoy les tengo una prpuesta que estoy seguro les va a encantar - no se el motivo pero presiento que no nos gustará para nada su comunicado - Les orientaré un trabajo que les costará la mitad del semestre pero no lo harán solos tendrán apoyo de compañeros de otro curso mayor al de ustedes.

Señala a los presentes para indicar lo obvio, ellos serán nuestro estimado apoyo. Abuchean en protesta por la magnitud de la noticia interrumpiendo al maestro.

- Como les decía - aumenta el tono de su voz silenciando a todos - ellos se encargarán de guiarlos, será por parejas y no quiero más lamentos. Cuando finalice la clase se reúnen y deciden como trabajarán.

Busco dentro de los invitados y encuentro a Mauro mirándome, sus ojos conectan con los míos y se erizan  los poros de mi piel. Mi estómago es  un  remolino de nervios, sin saber el motivo concreto, que perjudican hasta respirar correctamente. Desvío la mirada conmocionada. Encontraba de nuevo ese manantial de sensaciones de plenitud y alegría que fluía constante cada vez que lo tenía cerca. Odiaba lo que estaba pasando en mi cuerpo en aquel momento.
Comenzó historia como era debido y ellos se retiraron de la estancia. Llegó el horario libre y busqué a Karla.

- Hola- dijo mientras me posicionaba a su lado- no hablamos desde el viernes que salimos.

- Estuve algo ocupada- y era cierto pasé esos días entre deberes y limpieza.

- Siempre tan estudiosa, relájate un poco todavía falta mucho para exámenes.

- Lo sé, tan sólo  quiero hacer todo bien, no sabes lo que sinifica estar aquí.

Juego con los dedos a la vez que muerdo mi labio inferior antes de preguntar:

-¿Has visto a Mauro?

- Está junto a los demás en las áreas verdes esperando por nosotras para salir un rato, tenemos hora libre el profesor Javier de cálculo no vino.

Continuamos caminando hacia un área que se encuentra justo al frente de las  canchas, es un lugar que  usan para estar en grupos por el  ambiente a campo abierto. Nos  acercamos y los vemos a lo lejos, levantan las manos a modo de saludo.

- Qué hay demonios - dice Karla chocando la palma de su mano  con ellos.

- todo bien peque, pensé que no vendrían - le contesta su hermano.

- Tenemos hora libre - digo sentándome entre Darío y Laura.

-  Nosotros igual.

- ¿De qué hablaban antes de que llegáramos? - pregunto y ponen cara de malvados, lo que quiere decir que estaban fastidiándose.

Bajo Un Manto De Emociones (En Proceso) #PBDWhere stories live. Discover now