Capítulo 29

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Bostezo por quinta vez en la mañana, mientras hago un inútil  intento por hacer que mi pelo luzca decente. El no dormir me está pasando factura y creo que mi cerebro hoy trabajará a un cincuenta por ciento de su funcionamiento normal. No creo que una persona con pisca de humanidad pueda dormir decentemente luego de leer el mensaje que recibí. ¿Tengo miedo?, mucho, pero aún así no me dejaré intimidar estoy segura que fue una broma de mal gusto.

Después de estar medianamente presentable busco a Valerie en su cuarto. La puerta está abierta y decido pasar sin tocar. El que, por su estadía es su cuarto está muy organizado, es una chica adicta a la limpieza y odia cuando jodes su orden. No la encuentro y decido bajar a la cocina, tal vez se encuentre allí.

Doy dos pasos cuando lo escucho...

Sollozos

Profundos y doloroso sollozos de agonía. Pongo mi sentido auditivo a funcionar percatándome  de dónde vienen. Abro la puerta del baño y me recibe una Valerie con lágrimas en su rostro y los ojos hinchados de tanto llorar.

- Val - la llamo, inmediatamente que se percata de mi presencia hace un vano intento de limpiar su cara.

- Clar, pensé que estarías durmiendo. Anoche llegaste tarde... yo pasé por tu cuarto y vi que no estabas... luego tu padre te  buscaba como loco... le llamé  a Karla y me contó que estabas con su hermano... y tu perro tenía hambre... Florencia se fue a dormir y...

Habla demasiado rápido como para entender la mitad de sus palabras.

- Mejor me callo ¿cierto? Ya no sé ni qué digo.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué qué?

- Sabes muy bien de lo que hablo no te hagas la tonta - me arrodillo frente a ella y limpio sus ojos.

- Estaba picando cebollas, intentaba preparar el desayuno y terminé como magdalena - miente, como el demonio miente.

- No sabes cocinar Valerie se te quema hasta el agua, así que dime qué te pasa.

Se levanta haciéndome seguirla y se sienta en la cama juntando sus rodillas a su pecho. Comienza a llorar nuevamente. Esta situación no me gusta ni un poco. En los años que llevamos de amistad ha llorado solamente dos veces: cuando su gata llamada luna murió y luego de que su padre se marchara y los abandonara por una mujer.

- Terminamos.

- ¿Cómo? - no comprendo.

- Ronaldo y yo terminamos. Me dijo que estaba harto de nuestra relación. Que necesitaba una verdadera mujer a su lado no una chiquilla a la cual debe cambiar los pañales - pasa del llanto a la rabia y se percibe en el cambio de voz - Lo peor de todo es que me molesté tanto con él  por dejarme así que me fui de fiesta y terminé con una cruda de puta madre y acostándome con un chico que hasta día de hoy no sé su nombre y creo que estoy embarazada.

La sostengo entre mis brazos dejando besos en su cabeza. Ni sé qué contestar a eso. Nunca ha sido del tipo impulsiva y me sorprende que Ronaldo resultara ser todo un mierda con ella.

- Soy una pésima amiga. He estado tan metida en mis problemas que no me di cuenta que tu estás pasando  por algo como esto - no puedo creer que no insistiera en saber qué le pasaba la tarde de las películas -  debiste decirme amiga.

- Pero tú estabas tan decaída, lo de tu mamá y luego tu enfermedad, que preferí solo callar.

- No puedo creer que digas eso. Mis problemas nunca serán más o menos importante que los tuyos. Me lastima que callaras algo tan impactante como esto ¡Joder! Estás embarazada - me mira con reproche - o sea no, no sabes si lo estás o no. Pero yo podría ser tía, y tener un pequeño bebé dejando baba por todo mi cuerpo y cambiando pañales llenos de mierda. Lo consentiría, lo llenaría de besos. Le compraría muchos regalos y le enseñaría a dibujar.

Bajo Un Manto De Emociones (En Proceso) #PBDWhere stories live. Discover now