Capítulo 9

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Mauro

Ya llegó el fin de semana, estos días los pasé realmente bien. Nunca pensé que Clarissa sería una persona tan increíble después de lo desagradable de nuestro primer encuentro. Hemos estado bastante tiempo juntos. Todo el rato habla de Rodri que si le muerde todo a su paso, como ladra exigiendo alimento, le hemos tomado mucho cariño y como fue nuestra reconciliación, lo ve como un enlace de amistad.

Me encuentro en mi habitación escuchando música, mi laptop está encendida con la página de Instagram abierta. Mamá lleva rato llamándome para que baje a cenar pero la verdad es que tengo poco apetito. Ella es de estas mujeres a la antigua, siempre hay que respetar cada comida y compartirla en familia. Lástima que esta no esté completa ya que falta el eslabón más importante, mi hermano.

- Mauro te quiero en cinco minutos en la mesa si no quieres que vaya a buscarte - grita desde la cocina, creo, fue el último lugar que la vi antes de venir.

Decido  no contrariar su pedido y me dirijo al comedor. Mi casa es  bastante hogareña pero un poco exagerada en su tamaño para mi gusto, solo somos tres no es necesario, seis habitaciones cada una con su propio baño, dos salas una  de invitados  por negocios y otra para la familia. Estoy  todo rodeado de pinturas y cortinas que combinan entre sí aunque eso es obra de mi madre que es todo una admiradora del arte. Bajo las escaleras lentamente encontrando a mi padre sentado con su cara de mala leche que tanto lo caracteriza.

- Recuerda que hay tradiciones que se respetan en esta casa- me regaña.

- Así como tu respetas mis decisiones- el siempre ha estado en contra de cada elección que tomo, aunque no fue siempre así. Quería que siguiera sus pasos en la milicia ya que mi hermano no pudo por cuidar sus empresas.

- Siempre esperé que siguiera mis pasos como servidor a nuestro gobierno. Es una lástima que no te interesara.

- Pero que cumpla con favores de tus amigos no te molesta verdad.

- No se hable más de eso en la mesa. Fernando, no es el momento - mamá se sienta a su lado.

- Sólo estábamos conversando - levanto una ceja, este tipo de conversaciones  siempre termina mal y lo sabe.

- ¿Qué tal te ha ido en la escuela cariño?

- Muy bien mamá  segundo año es un poco más sencillo por la experiencia.

-Nos alegra que esté todo bien.

Comemos sin más comentarios. Siempre es lo mismo desde que Gabriel se fue quiere que sea como él, pero nunca nos inclinamos por los mismos gustos. Somos muy diferentes mientras el  dedicaba su vida como  soldado, yo prefería participar en concursos y pasarme el tiempo
diseñando maquetas de edificios y puentes, mi padre se encargaba de las empresas. Estuvimos  genial y Fernando era el primero en apoyarme en la arquitectura. Todo se fue a la basura cuando tuvo un infarto en el que casi muere y mi hermano tuvo que abandonar la milicia y estudiar negocios para poder tomar su lugar en la presidencia. Ahí comenzaron los problemas, empezó a insistir en que debería ser militar pero yo no quería eso. Nos distanciamos  y discutimos todo el tiempo y aquí estoy con mi madre de por medio intentando evitar nuestras disputas.

- Me retiro - mi plato está a medio comer casi si pobre bocado.

- Pero si no has terminado, ya luces todo flacucho ultimamente no te alimentas como es debido.

- Déjalo Carmen tu hijo siempre sabe lo que hace no necesita de nuestra opinión.

- Lo siento - beso la coronilla de su cabeza y me dirijo a mi habitación ignorando sus palabras.

Marco a Max a medio camino quedamos en que saldríamos hoy a un nuevo club que está de moda y ahí les presentaría a mi novia Vanessa.

- Qué hay hermano- responde al tercer pitido.

- Se mantiene lo de esta noche, necesito liberar tensiones.

-Pues claro nuestras chicas ya están listas Clarissa me acaba de avisar- siento una punsada en mi pecho al escuchar su nombre pero lo ignoro.

-Entonces nos vemos allá a las doce.

- Cómo mandes.

Cuelgo la llamada sin más preámbulos. Coloco una chaqueta sobre mis hombros, tomo las llaves de mi moto, la cartera y voy a recoger a Vanessa. Mi vida privada es algo que no cuento a todos y soy una persona que le gusta estar seguro de lo que hace antes de tomar  cualquier decisión  importante. Nunca le he presentado ninguna novia a mis amigos, no es que sea un gelipollas mujeriego pero solo estaba esperando el momento indicado o más bien la mujer indicada. Se enteraron de que llevaba meses con Vane por qué me vieron besándola un día que fue a verme a la Universidad luego empezaron con las preguntas y les tuve que soltar todo. 

Llegamos al club después de media hora de camino. Está  abarrotado de personas y eso que cuesta una pasta que todos no se pueden permitir. Vamos a la barra, al parecer los demás no han llegado.

- ¿Qué deseas tomar?

- Yo quiero un cóctel de fresas - pido la orden de ella y un whisky para mi.

Todos están bailando como si su vida dependiera de ello, entre cuerpos sudorosos, olor a alcohol y cigarrillos. Coloco uno en mi boca y me dedico a observar todo el panorama.

- Amor mejor vamos a la zona privada y esperamos allí a tus amigos- me dice  de manera cariñosa.

Vanessa es una mujer hermosa, ojos café, pelo rubio, bastante alta y de curvas voluptuosas. Nos conocimos en un  concurso de verano e intercambiamos número.

Comenzamos a vernos más seguido y decidimos establecer una relación. Creía que estaba enamorado pero no estoy muy seguro de que así sea. Es una persona con la que puedes hablar de cualquier tema y nos entendemos bastante bien.

- Vamos, al parecer se les pasó la hora o el loco de Máx se estaba tirando a alguien antes de venir.

- No que le gustaba la nueva de la que me has hablado - le estuve platicando de Clarissa, vió unos mensajes en el celular y me preguntó quien era. Se puso un poco celosa y decidí decirle que Max estaba interesado, aunque creo que no es una mentira.

Paso un buen rato entre besos y beber y nada que aparecen. Me levanto  diciendo que ahora regreso y voy a paso lento a la baranda a encender otro cigarrillo. No se el motivo pero estoy bastante ansioso. Miro hacia la entrada por última vez y cuando iba a voltear para regresar por donde vine. Veo un par de piernas que derrochan sensualidad pura, lleva un vestido rojo que se ajusta como segunda piel a su cuerpo. No puedo evitar mirarla, trae un movimiento de caderas que volvería loco a cualquiera y todos los hombres dirigen su atención al verla pasar. No puedo evitar la reacción que tiene mi cuerpo de tan sólo admirarla y todo mi calor se acumula en un punto que no debería.

  Es tu amiga Mauro y tienes novia deja de hacer el papel de imbécil .

Me recuerda mi maldita conciencia. Trato de relajarme y voy hacia la chica que está esperando por mi en la mesa. 

Notita:

Alguien aquí está medio confuso jajaja. Nuevo capítulo chic@s para aquellos que querían saber un poquito más de Mauro. Gracias por su apoyo, nos leemos.

Bajo Un Manto De Emociones (En Proceso) #PBDWo Geschichten leben. Entdecke jetzt