Capítulo 19

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- No puedo respirar - digo entrecortadamente.

Papi se aleja un poco y me observa de pies a cabeza. Ya se lo que dirá: "estás toda flacucha". Siempre es lo mismo, se pasa de protector.

- Estás toda flacucha mi niña - y ahí lo tienen. Es que no ha cambiado nada de nada.

- Estoy bien daddy, mi alimentación es la misma.

- No lo creo, mira esos cachetes -  toma uno entre sus largos dedos y lo aprieta de forma cariñosa - están falta de carne.

- Ya señor Gael, dele espacio a los demás  que no fue el único que la extrañó.

Mi nana se acerca y me brinda un abrazo de oso. Adoro que sea tan cariñosa es la única persona que le permito estar tan cerca sin refunfuñar.

- Mi pequeña diablilla, cuanta falta me has hecho.

- Ohh nana, y tu a mí.

Beso su mejillas y me aparto. Todos me saludan entre besos escuetos. Reparo la hermosa chica de pelo color miel ante mi y no la reconozco. Es la primera vez que no chilla de emoción y se tira sobre mi dando lata como es costumbre.

- Mi querida Clarissa, cuanto tiempo, espero que hayas tenido un buen viaje de regreso - no me creo ni una sola palabra de lo que sale de su boca. Volteo los ojos con dramatismo y le golpeo un hombro juguetonamente.

- Supéralo ya.

- Eres tan madura, luces tan distinta después de que tu capullo haya abierto al fin.

- De que rayos hablas, loca.

- Estoy esperando los detalles - cruza los brazos y me mira molesta.

- No te daré detalles de nada, porque nada pasó. Puedes por favor ser un poco más discreta, estamos frente a todos.

- Echaba de menos esa amargura tuya - y diciendo esas palabra. Se trepa encima de mi como mono en palo. Casi caemos al suelo de no ser por Eliot que nos abraza desde atrás.

Ay no, siempre me apresuro a los acontecimientos. Parecemos sándwich de cafetería y en este caso yo soy el jamón. Unas mil palabrotas salen de mi boca y entre empujones y regaños logro safarme de esos dos.

- Tan seca y fría como siempre - se mofa mi amigo.

- Ni follar le quita lo fria.

- VALERIE!!!

Exclamo y mis mejillas arden de la vergüenza.

- Está bien, ya, me callo.

Pasamos media hora en la sala comentado como nos ha ido en este tiempo sin vernos. La servidumbre se ha marchado al igual que mis padrinos, ellos solo vinieron por saludar ya que su jet privado los espera para irse de viaje. Celebrarán sus treinta años de casado e irán a Francia, la ciudad del amor.

Ya solo quedamos Valerie y yo, ya que se quedará esta noche en casa. No es la primera vez. Se puede decir que es su segundo hogar, incluso tiene algunas pertenencias aquí. Si les digo, ella es como la hermana de sangre que la vida me negó, pero fui recompensada al conocerla. Nuestra historia al conocernos es uno de los momentos más significativos de mi vida, ella me enseñó a ser aceptada tal cual soy.

- Estás sola - una niña de ojos exageradamente grandes de color miel como su pelo se sienta a mi lado. Estamos en el primer día de colegio y no había hecho ningún amigo.

- Si estoy sola - respondo tímida.

- ¿No tienes amigos? Yo puedo ser tu amiga. Me llamo Valerie y mis papis me llaman Val.

Bajo Un Manto De Emociones (En Proceso) #PBDWhere stories live. Discover now