Capítulo 35

1.4K 128 2
                                    

Querido diario:

Desde aquella pelea con mi hermana no habíamos vuelto hablar, lo que me hizo saber que no se disculparía por sus palabras o por el golpe que me dio.

Por eso cuando hoy llegué de la ferretería y nos cruzamos en el pasillo de la casa, me sorprendió ver como sus ojos se ponían aguados cuando conectaron con los míos y eso hizo que me acercara a ella. De forma inmediata me rodeó con sus brazos y yo hice lo mismo, salieron muchas palabras de ella y no logré entender muy bien lo que decía.

Lo que entendí muy bien fue cuando, luego de romper el abrazo y sorber su nariz, me dijo que perdonara las idioteces que hace, lo dijo ella y no yo.

Obviamente la perdoné, es mi hermana después de todo y sé muy bien que puede llegar a ser difícil vivir como lo hacemos nosotros. Ella va a la universidad gracias a una beca, estaba muy feliz de comenzar a estudiar pero por alguna razón que no conozco la idea ya no le agrada. Prefiere perderse en las fiestas y quejarse de su vida, lo que no comparto porque, como dije antes, no hace nada para cambiar su estilo de vida.

No digo que yo sirvo de ejemplo, pero al menos conseguí un trabajo y dejé de quejarme por pagar cuentas y no poder ayudar con algún ingreso. Entiendo a mi hermana, pero no comparto el hecho de que no haga nada con su vida, a parte de ir a la universidad.

Mamá pudo haber cometido muchos errores en su vida, pero siempre nos enseñó que el estudio es importante para poder tener un buen futuro, a ella le duele ver a mi hermana arruinar su futuro como no se enfoque en sus estudios, pero al ser mayor no hay mucho que pueda hacer al respecto.

Luego de aquel abrazo y de que mi hermana se haya calmado, me dijo algo que me molestó y que causó que me tensara de sobremanera por el enfado. No con ella, sino con él.

Está viendo a mi padre y de alguna manera está cumpliendo su capricho de que quiere dinero, mi hermana otra vez se metió en problemas y ahora nos metió a mamá y a mí.

Diario de un chico solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora