Capítulo 57

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Querido diario:

Jushua nunca llegó. De hecho, yo fui el primero en llegar al lugar en donde se encontraba el cine que mi amigo recomendó. No es que yo haya llegado temprano, porque había llegado sobre la hora, pero fueron Emma y Joshua los que no aparecían. Este último no había aparecido en toda la noche.

Emma había llegado tarde, pero al menos había llegado. Cuando le pregunté por curiosidad la razón de su tardanza, solo se había limitado a sonreír  mientras miraba a las personas que esperaban impacientes en la fila para entrar a la sala de cine, solo terminó diciendo que era muy mala para llegar a horario a las citas. Sí, al parecer sabía que eso era una cita. 

Cuando entramos en la oscura sala ella me guió hasta el número de asiento que estaba en nuestras entradas, tomó asiento a mi lado y su mirada solo estaba sobre la pantalla que reproducía anuncios y tráileres de otras películas. Hasta ese momento no sabía cuál era la película que veríamos, Joshua había comprado las entradas y se las había dado a Emma. Una Emma a la que notaba algo tensa.

Quise sacar conversación en el tiempo que esperábamos a que la película iniciase,  pero no estaba seguro de cómo romper el hielo y Emma no parecía querer  apartar la mirada de la gran pantalla. De todas las veces que pasé tiempo a solas con Emma, ese fue en el que más incómodo me sentí.

Debo admitir que me esperaba algo así, no soy bueno en eso de citas y soy mucho más malo si no sé si la otra persona está sintiendo lo mismo que yo. No sabía como romper la tensión, tampoco sabía si era correcto tomar su mano que se encontraba a un lado de la mía. Todo lo que pude hacer antes de que la película iniciara, fue mirar el perfil de Emma.

Ella se veía hermosa, su cabello se veía más oscuro por la falta de iluminación y sus ojos brillaban por la luz que la pantalla emitía. Las pequeñas pecas en sus mejillas son algo que me gustan mucho en ella y en ese momento que me encontraba cerca pude admirarlas mucho mejor. No traía esos vestidos coloridos que suele usar, sus piernas estaban enfundadas en unos jeans negros junto con una camisa que le quedaba muy bien...

Ya hasta parezco acosador escribiendo la forma en que vestía. Pero como dije antes, solo escribo lo que me parece  relevante y la belleza de Emma Page me parece digna de ser plasmada en estas páginas.

Quien lo diría, solo tuvimos una cita y ya soy todo un romántico... Solo bromeo.

Diario de un chico solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora