Capítulo 64

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Querido diario:

Estaba en el parque caminando a un lado de Emma cuando decidí que podía comenzar a hablar.

Mis manos habían comenzado a sudar, sentía que si abría la boca la voz me iba a salir inestable e iba a quedar como un idiota frente a ella. Afortunadamente no fue así.

Al parecer Emma notó que algo pasaba porque me había mirado con ojos entrecerrados y me dijo que si pasaba algo podía hablar con ella. Tuve que carraspear disimuladamente antes de hablar.

Comencé contando como fue que llegué al instituto, los amigos que tuve y el hecho de que antes no era lo que soy ahora. Emma se mostraba sorprendida, pero comprensiva. Se sorprendió cuando le dije que antes era muy buen amigo de Sofía y que me llevaba bien con muchos otros compañeros, en ese momento aprovechó para decir que creyó que entre Sofia y yo pasaba algo. Me reí y le dije que no, al menos no en el último tiempo.

Emma se mostró atenta en todo momento, solo comentaba cuando era necesario o cuando me quedaba en silencio, recordar es algo que no me gusta y por eso varias veces tuve que detenerme y no verme afectado por los malos recuerdos.

Cuando comencé a contar las partes malas de mi tiempo en el instituto Emma no podía creerlo, aseguró que se sentía indignada por como mis antiguos amigos me dieron la espalda y a la vez se sentía orgullosa de ella misma cuando rechazó al grupito de idiotas la vez que vi como se acercaron a ella. Me contó que esa vez quisieron hacerla parte de su grupo, ya que Emma era un buen "perfil" de niña bonita y eso era lo que los haría verse como un grupo completo. Que estupidez ¿verdad?

¿Quien se pone a ver el perfil de las personas para que sean partes de un grupo? Agradezco ya no ser parte de su circo.

Emma en un momento preguntó por mi familia, me preguntó como estaba mi hermana por lo último que había pasado con ella. Preferí hablar de mi hermana antes que de mis padres, entonces le dije que aparentemente mi hermana ya no estaba vendiendo nada ilegal, y que aunque no es fácil hacerse el tonto una vez que te metes en esas cosas, ella ya no buscaba seguir en eso.

Mi madre todavía no se enteró de lo que pasó, y mi hermana trata de mantener una buen ambiente cuando estamos juntos, tal vez para asegurarse de que no soltaré la lengua.

Al final de la conversación Emma estaba sonriendo como una loca, le pregunté que le pasaba y sonriendo aun más dijo que estaba contenta porque pude ser honesto con ella. Eso me hizo sonreír a mí también. Aseguró que cada vez que necesite hablar con ella podía hacerlo sin problemas.

Seguimos caminando uno al lado del otro, la había mirado por un momento y me quedé así por un rato. La brisa la despeinaba un poco y eso causaba que su cabello se moviera al compás del viento, sus ojos claros estaban iluminados por el sol y las pecas de su cara se notaban mucho mas sin maquillaje. Al final tuve que quitarle la mirada de encima para que no me atrapara observándola, pero antes de quitar la mirada pude ver una sonrisa de lado dibujada en su rostro. Luego, cuando yo tenia la mirada al frente, pude sentir sus ojos puestos en mí y de un momento a otro los dedos de sus manos tocaron los míos en un roce que pude haber pasado por alto, pero no lo hice.

Cuando la miré algo sorprendido ella volvía a tener la mirada al frente, pero su sonrisa se había ensanchado, y fue inevitable para mí no sonreír también.

Diario de un chico solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora