Capítulo 40

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Querido diario:

Cuando llegué de la escuela, mi padre estaba discutiendo con mi madre en la entrada. Tuve que apresurarme y preguntar que estaba sucediendo.

Mi padre apareció en la casa para pedirle más dinero a mi hermana, ella no se encontraba porque estaba en la universidad. El idiota no lo creyó e insistía en quedarse a esperarla.

Mamá le decía que se fuera o llamaría a la policía, él dijo que lo haga, total eso nunca le había servido de nada. Le dije que se fuera o se arrepentiría. Lo que me dijo me hizo sentir más mal de lo que me gustaría admitir.

Él dijo "créeme, ya me arrepentí de que hayas nacido, ¿debo arrepentirme de algo más?". Cuando lo terminó de decir, mamá le había dado una bofetada en la mejilla, él estaba apunto de devolvérselo.

Llegué justo a tiempo para cubrir a mamá y en su lugar terminó golpeándome a mí. Ahora tengo una mejilla colorada, no me arrepiento, en serio le hubiese hecho daño si se lo daba a mamá. Golpeó fuerte.

Ahora espero que la herida no se ponga peor y que el maldito no vuelva a aparecer por aquí.

Diario de un chico solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora