∞ C h a p t e r 4 ∞

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Chaeyoung

—Aquí tienes, cariño—la agradable mujer puso un plato de sopa frente a mí. —Asegúrate de comer bien y ve a dormir de inmediato—me sonrió. —No se desvelen mucho.

Tras darnos una última mirada a su hijo y a mí, abandonó la cocina dejándome sola con el pelimorado que me continuaba observando con cierta molestia.
Intenté ignorarlo mientras empezaba a comer.

—¿Por qué lo hiciste?—se apresuró a preguntarme, la voz molesta siendo evidente.

—¿Hacer qué?—me hice la desentendida viendo mi plato.

—No te hagas, Jang Chaeyoung—me lanzó su mirada furiosa. —¿Cómo se te ocurre estar en la calle a estas horas?

Suspiré y dejé de lado la comida para enfocar toda mi atención en Jungkook.

—Escucha, siento mucho la situación. La realidad es que me sentía horrible y tras salirme de la escuela no tenía idea de a donde ir, pero mi casa no era una opción. Caminé y caminé y sin darme cuenta se hizo tarde. No supe que hacer y me quedé en esa parada, solo intentando encontrar algo de tranquilidad.

Él suspiró y supe en sus ojos que un poco de su molestia ya se había ido.

—Debiste llamarme recién saliste de la escuela.

—La realidad es que sí pensé en llamarte porque me preocupó que no fueras hoy, sin embargo, tras salir mi mente divagó en muchísimas cosas que terminé olvidándolo por completo. Además, no quiero ser una molestia todo el tiempo, Kook.

—Ya te he dicho que no lo eres, Chae—me vió atentamente. —Y, como te he dicho siempre, mi casa está a tu entera disposición. Deja a todas esas personas que te dañan.

Le di una leve sonrisa.

—Agradezco mucho lo que dices; tú y tu familia siempre son tan amables y lindos conmigo, pero sabes que no puedo venir aquí como una intrusa a entrometerme entre ustedes. El día que yo deje la casa de mis tíos será cuando tenga los medios para sobrevivir por mí misma.

Jungkook hizo un puchero, no muy a gusto con mis palabras, pero asintió levemente.

—Entiendo—suspiró. —Ahora mejor come; espero no te enfermes por estar cenando a la una treinta de la madrugada.

Reí un poco y él rodó los ojos.

—Tonta.

—Tonto tú—me quejé dándole un leve golpe en el hombro. —¿Por qué no fuiste a la escuela? Debiste decirme antes para faltar también—bromeé.

—Tú no deberías faltar considerando las ya muchas ausencias que tienes. Por otro lado, no me sentía bien así que mis padres no me dejaron en paz hasta ir al doctor—rodó los ojos con fastidio. —Se me pasó avisarte, perdona.

—Ya, está bien—le sonreí. —Al menos tu resfriado se curará pronto. Yo debería disculparme por llamarte a mitad de la noche para que fueras por mí. Tu madre es un verdadero ángel al ir a traerme, dejarme quedar en su casa y alimentarme.

—Mamá sabe que eres mi amiga y que eres muy importante para mí, así que te ha llegado a tomar cariño también—sonrió. —No te preocupes que todas las veces que podamos te ayudaremos.

Sonreí sintiendo una linda calidez en mi interior.
A pesar de todo el caos parecía tener un pequeño salvavidas llamado Jeon Jungkook al que podía aferrarme para no hundirme completamente y el hecho de saberlo me hacía sentir agradecida y feliz.

A pesar de todo el caos parecía tener un pequeño salvavidas llamado Jeon Jungkook al que podía aferrarme para no hundirme completamente y el hecho de saberlo me hacía sentir agradecida y feliz

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Muchas gracias por leer.
Besitos💗

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