soft addiction; kth [editando]

∞ C h a p t e r 18 ∞

Chaeyoung

No podía creer lo que Kim Taehyung había hecho. Simplemente era algo que nunca imaginé que sucedería.

—Parece que te gustan mucho las paradas de autobús. ¿Qué tienen de especial?—cuestionó de la nada, sentado a mi lado viendo aún el horizonte.

—¿Qué?—lo vi sin entender lo que decía.

—Hace un tiempo te vi en una parada de autobús, a mitad de la noche, con la misma mirada que tienes hoy. Ese día aún no te conocía, pero ahora sé a la perfección que se trataba de ti.

Maldije mentalmente, imaginando lo patética que me veía ante los ojos de los demás.
¿Por qué debía ser Kim Taehyung siempre? Era horrible y vergonzoso saber que él ya me había visto así incluso antes de saber quien era.

—Me gusta, eso es todo—hablé sin analizar mucho mis palabras.

Soltó una pequeña risa y quise golpearlo porque siempre reía así, de forma ligera y fácil mientras parecía intentar decir algo con eso y yo no tenía idea de que era.
Quería saber que es lo que pasaba por su cabeza en ese momento.

—Te dije que no te importaba lo que hago o no, no quiero tenerte aquí o conversar contigo. Vete.

Volvió a reír y lo observé furiosa.

—¿Qué sucede? Es obvio que algo te pasa.

—Eso no es de tu incumbencia, Kim.

—¿Por qué siempre te pones a la defensiva?—me vio irritado. —Simplemente te estoy haciendo una pregunta.

—Te dejé muy en claro que no me agradas, no esperes que te sonría y me porte amable contigo, porque no quiero hacerlo—dije seriamente y él solamente sonrío.

—Eso ya lo tengo muy claro, no te preocupes.

No supe que más decirle, solamente quería que se fuera.
El silencio se extendió entre nosotros, él parecía pensar algo y yo intentaba enfocarme en la calle vacía en lugar del castaño a mi lado.
Empezó a llover.

—Chaeyoung...—susurró de pronto, haciéndome volver a verlo.

—¿Qué?

—¿Cuál es tu problema? Sé que dijiste que no debo meterme y que no te agrado, pero no puedo dejar de ser curioso. Es obvio que cualquiera se sentiría desconcertado y confundido si ve a alguien a mitad de la noche en una parada de autobús y sobre todo con este clima. Lo has hecho otras veces y no soy tan ingenuo como para creer que lo haces porque te guste. No es así y lo sabes, hay algo que te está sucediendo.

Sentí miedo, miedo de que tan fácilmente él pudiera deducir todo. ¿Por qué él estaba ahí, a mi lado, diciéndome eso?
Nada tenía sentido y me sentí vulnerable. ¿Qué tanto podía decir de mí simplemente viéndome?

—No creo que seamos tan cercanos como para que te cuente mis problemas. Lo que me suceda es un asunto mío.

Otra sonrisa un poco más débil apareció en sus labios.

—Sí, supongo que tienes razón en eso, sin embargo, creo que puedo decirte algo, Chaeyoung—suspiró. —No sé que te pase, pero seguro tiene solución. No deberías preocuparte tanto y tampoco estar aquí; sabes que el mundo es un horrible lugar y, sin importar lo malo que sea todo, el mejor lugar en el que puedes estar es tu casa.