∞ C h a p t e r 36 ∞

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Chaeyoung

—¡Eres muy lenta, Chaeyoung!

Rodé los ojos y sonreí luego al ver a Taehyung reír tan entusiasmado. Después de haberlo visto llorar me sentía mal por él y solamente deseaba que su molesta sonrisa volviera.

Terminé de subir las escaleras y me senté a su lado en la parte superior del juego infantil que había en el parque en el que estábamos.
El sol se estaba ocultado y parecía que podría llover pronto. Había un poco de viento y fijé mis ojos en Byeol que se dejaba acariciar gustosamente por las manos del castaño.

—¿Ya me vas a decir lo que te sucedió con tu prima?—volteó a verme curioso.

—No tiene importancia, es una estupidez—volví mis ojos al horizonte viendo el cielo oscurecerse.

—Prometiste decirme—reprochó.

Tomé un poco de aire y asentí ante su insistencia.

—Ella dijo que mi padre está vivo y...y que está en prisión por asesinato.

—¿Qué?—su tono era de incredulidad.

—Incluso me dio un supuesto nombre, pero no sé—suspiré. —Simplemente no sé como sentirme al suponer que el hombre ese pueda vivir. Como te dije antes, nos abandonó a mi mamá y a mí y siempre imaginé que estaría muerto. Yo solo...estoy conmocionada y no puedo pensar con claridad.

Hubo un silencio entre nosotros hasta que su voz volvió a escucharse.

—¿Crees que sea verdad?

—No tengo idea, Jiyoung siempre está buscando afectarme de alguna manera y no me extrañaría que invente cosas así para molestarme, pero... tengo también incertidumbre. Ella parecía muy segura de lo que decía. De igual forma, no debería importarme; eso no cambia nada.

—Pues, si es verdad, eso hace que tengamos una cosa más en común.

—¿Qué cosa?—volteé a verlo.

—Que nuestros padres fueron una porquería—rió con suavidad y yo sonreí.

Nos quedamos nuevamente callados y sentí su mano tomar la mía. Observé nuestras manos entrelazadas y me di cuenta de que esa simple acción me causaba una sensación dulce y cálida en el interior.

—Te estás acostumbrando a hacer eso mucho—comenté.

—¿Qué cosa?—preguntó confundido y señalé nuestras manos provocándole una sonrisa. —Ah, ¿qué? ¿te disgusta?

Parpadeé.

—No.

Sonrió, más feliz, y la sujetó con mucha más fuerza.
Desvié mis ojos nuevamente a la puesta del sol y él volvió a sorprenderme cuando recostó su cabeza en mi hombro.
Lo observé con cierto desconcierto e intenté alejarme, pero él me tomó del brazo impidiéndomelo.

—Sólo déjame estar un segundo así. Me gusta sentirte cerca y tú olor también. Hueles a lavanda y me encanta.

Sentí mis mejillas enrojecer y me maldije. ¿Cómo podía él hablar tan fácilmente?
Decidí ignorarlo y enfocarme solamente en apreciar el tono púrpura que el cielo estaba tomando.
Ese momento, de alguna manera, se sentía tan agradable y me hacía sentir ligera, como si no hubiera nada que pudiera preocuparme o dañarme.

—Chaeyoung, ¿puedes darme un consejo?

—¿Yo?

Alejó su cabeza y se enderezó para observarme.

—Sí, me importa saber lo que piensas.

—Dime.

—¿Alguna vez has querido hacer algo pero puede que no debas? Es probable que si lo hago obtenga consecuencias negativas, pero sigo deseando hacerlo. ¿Qué harías tú? ¿Lo hago o no?

Sonreí un poco.

—Mi naturaleza es ir contra todo, así que he roto varias reglas hasta ahora. Si algo he aprendido es que puedes arrepentirte más por no hacerlo que por las consecuencias que puedas tener. Hazlo, la vida es una sola—me encogí de hombros.

Una sonrisa satisfecha se instaló en sus labios.

—Bien, si tú lo has dicho entonces está bien.

Estaba aún pensando en algo para decirle cuando, inesperadamente, acortó la distancia entre nosotros y me besó.
Me quedé inmóvil y sólo pude sentir mi corazón acelerándose y la sonrisa en sus labios mientras buscaba obtener alguna respuesta de mi parte. Acarició mi cabello y sentí como si, poco a poco, me derritiera entre sus manos. Acabé cediendo y con torpeza correspondí, actuando simplemente por impulso y deseo.
Cerré los ojos queriendo sentir de mejor forma el momento, pero me arrepentí de inmediato cuando en mi cabeza se agolparon recuerdos e imágenes, como si de un déjavu se tratara.
Me separé bruscamente y sus ojos conmocionados se alzaron a mi cara cuando me puse de pie con las lágrimas asomándose y las emociones explotando dentro de mí.

Corrí y bajé de donde estábamos queriendo simplemente esconderme.
Un pequeño momento había bastado para quitarme la venda de los ojos y ver lo que me estaba empeñando en ignorar.
Mis latidos descontrolados eran la prueba y quise llorar.
No podía estarme pasando eso.
No podía estar pasándome eso con Kim Taehyung.

✨✨✨

Gracias por sus lecturas, dejen sus votos y comentarios.
Nos leemos pronto⭐

soft addiction; kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora