∞ C h a p t e r 8 ∞

122 11 1
                                        

Chaeyoung

El chico me observaba con atención y yo me estaba preguntando que rayos pasaba por su mente.
Venir, de la nada, a hablar conmigo y ofrecerme acompañarme a donde quería ir era totalmente desconcertante, sin embargo, tenía algo que me intrigaba.

—Chaeyoung, no—Jungkook susurró tomando mi brazo y viéndome con súplica.

Mis ojos viajaron entre el rostro afligido de mi amigo y la sonrisa tranquila del castaño desconocido.
Era como estar decidiendo entre el bien y el mal y, por desgracia, en mi caso la mayoría de veces el mal me resultaba mucho más atractivo.

—Vamos—dije decidida observando al castaño que al escucharme amplió su sonrisa.

—Claro, cuando quieras.

Jungkook nos observó conmocionado.

—Jeon, tranquilo—Taehyung le habló con esa misma sonrisa satisfecha. —No voy a hacerle nada.

Los ojos de Jungkook volvieron a mi cara, aún intentando decirme que no lo hiciera.

—Voy a estar bien, te lo prometo—le sonreí intentando tranquilizarlo. —Te llamaré después.

Él no tuvo reacción alguna. Suspiré y volteé a ver al castaño.

—Tú, vámonos.

Él le dió una sonrisa extraña a Jungkook y me siguió.

—No pensé que a las chicas les gustaban cosas como las carreras de motocicletas.

Rodé los ojos y volteé a verlo un segundo.

—Pues no sé qué clase de chicas conozcas, pero es seguro que yo no soy como las demás.

Sonrió de soslayo.

—Eso ya lo noté.

—Escucha, si acepté tu oferta fue porque realmente quiero ir allí y no me gusta ir sola, pero realmente preferiría que no tengamos ningún tipo de conversación. Sigues sin agradarme.

Soltó una risa y quise golpearlo. ¿Por qué todo le resultaba gracioso?

—Bien, no diré más.

Caminamos ambos por las calles sin decir una palabra. No tenía idea si él realmente conocía el lugar o simplemente me estaba siguiendo, sin embargo, era preferible para mí no intentar conversar.

Sonreí cuando finalmente divisé la calle en la que aquellos chicos y chicas conducían a altas velocidades y aumentaban mis niveles de adrenalina con solo verlos.
Corrí y me detuve fascinada en los graderíos improvisados para los espectadores al ver las motocicletas alineadas perfectamente.

—Wow—la voz de Taehyung se escuchó detrás de mí.

Era extraño, pero mi fascinación con las motocicletas me hacía sentir feliz.
Me moví para voltear a ver al chico, pero me sobresalté al sentir algo que se enredó en mis pies y casi me hace caer.

—Ay, ¿qué demonios?

Fruncí el ceño y bajé la mirada para ver de que se trataba. Mi molestia se disipó de inmediato al ver que se trataba de un perro.

—Ah, eras tú—me agaché y lo acaricié un poco. —¿Qué haces aquí?

Taehyung llegó a mi lado y le dio una mirada curiosa al animal.

—¿De dónde salió?

—No tengo idea—sonreí al verlo mover su cola con efusividad. —Está lindo, ¿no crees?

—Hmm, supongo.

El cachorro ladró y parecía no querer alejarse de mis manos. Me sentí conmovida así que lo tomé y me puse de pie aún acariciando su pelaje blanco que ahora se veía gris debido a la suciedad.

—¿Qué te pasa, amigo?—le hablé llenándome de ternura. —¿Estás perdido? Este es un lugar peligroso para un perrito.

—¿Crees que tenga dueño?

Me sobresalté al escuchar a Taehyung. Lo observé sin entender su pregunta y me encogí de hombros.

—No sé, ¿por qué?

—Deberías llevártelo. Parece que te has enamorado de él y él también luce como el ser más feliz contigo—se encogió de hombros. —Creo que estarían bien juntos.

Vi los ojos brillantes del dulce animal en mis brazos y mi corazón se encogió.
Era tan pequeño, frágil y parecía necesitar simplemente afecto.
Me recordó a mí.

—No sé...¿qué tal si tiene dueño?

—No creo—acarició brevemente su cabeza. —Si alguien realmente quisiera a este animal no lo tendría en este estado.

Volví mis ojos al perro y suspiré.
Era cierto, el pobre estaba sucio, su peso era poco y tenía algunas heridas ocultas entre su pelo.

—De igual forma, no puedo llevarlo conmigo.

—¿Por qué?

—Es...es solo que no puedo tener mascotas en casa.

Suspiré con pesar y dejé al perro en el suelo, aún cuando sus ojos me veían con esperanza e ilusión.
Me dolió pero sabía que no tenía opción.

Caminé hasta las gradas y me senté, de repente toda la emoción me había abandonado al sentirme culpable y triste por el animal.
Volteé a ver a mi lado cuando Taehyung se sentó a solo unos centímetros de mí.

—¿Puedes al menos decirme tu nombre?

Alcé una ceja sin entender lo que decía.

—¿Qué?

—Hemos venido hasta aquí juntos y ya me ha quedado claro que no te agrado, sin embargo, me gustaría al menos saber tu nombre. No es algo del otro mundo—rodó los ojos.

Lo observé con irritación.

—Chaeyoung.

—Gracias.

Sonrió una vez más y quise golpearlo.
Era un chico muy raro, pero a la vez enigmático y atrayente.
Kim Taehyung era, en definitiva, la persona más peculiar con la que me había encontrado hasta ahora.

✨✨✨

Besos, ya saben que lxs amo❤️




soft addiction; kth [editando]Where stories live. Discover now