∞ C h a p t e r 19 ∞

76 8 3
                                        

Taehyung

Muchas personas decían que las mejores decisiones se tomaban sin pensar. Me preguntaba si era realmente así con lo que había hecho con Chaeyoung.
No entendía que le sucedía, pero había algo en ella que me había obligado a actuar sin pensar. A pesar de que seguía diciéndome las mismas palabras, viéndome con desagrado y comportándose indiferente, yo noté algo raro en ella cuando la vi sentada en la parada de autobús.
Vi que sus ojos estaban apagados y que parecían guardar una profunda tristeza. Ella estaba pasando por alguna cosa que se empeñaba en ocultar y que a mí no hacía más que inquietarme.

Tras verla y hablar con ella, sentí que no tenía más opción que llevarla conmigo y así, de una manera muy extraña e inesperada, me encontraba sujetando su mano y llevándola a mi casa en medio de la lluvia.
No hablamos en absoluto, sin embargo, me resultaba agradable la calidez de su tacto y ese inusual momento.

Después de caminar por la ciudad, finalmente llegamos a mi casa.
Todo estaba oscuro y tras encender la luz me sobresalté al ver la figura de mi hermano en medio de la habitación.

—Taehyung.

Sabía lo que su tono serio significaba.
Suspiré e intenté sonreírle un poco.

—Yoongi, ella es Chaeyoung—señalé a la rubia que se mantenía a mi lado observando incómoda a mi hermano. —Tuvo un problema y se quedará esta noche aquí. Chaeyoung, él es mi hermano; Yoongi.

Los ojos de Yoongi se abrieron en sorpresa y confusión y Chaeyoung le dio una débil sonrisa acompañada de una ligera reverencia.

—Mucho gusto, Yoongi.

Él estaba conmocionado, pero le correspondió el saludo.

—Igual.

Él volvió a mirarme y noté las preguntas siendo evidentes en su rostro.
No quería escuchar los reproches y cuestionamientos de Yoongi, no en ese momento.

—Chaeyoung, vamos. Te mostraré la habitación.

Ignorando la presencia de mi hermano, guíe hasta mi cuarto a la chica.
Ella me siguió en silencio y justo antes de abrir me detuve y sonreí al recordar algo.

—Oye, prepárate porque estoy seguro que adentro hay algo que te va a encantar.

Frunció el ceño.

—¿De qué hablas? ¿Tu cama?

Reí por sus ideas y negué.

—No tengo problema con que te encante mi cama, pero no es eso. Cierra los ojos; es una sorpresa.

Me observó desconfiada.

—Tranquila, te juro que te encantará. Sólo hazme caso.

Ella no lucía muy convencida, pero tras unos segundos se atrevió a cerrar la ojos.

—Te mataré si es algo tonto.

—No te preocupes—reí.

Abrí la puerta y tomé su mano para hacerla entrar.
Byeol de inmediato corrió hacia nosotros ladrando con alegría y Chaeyoung abrió sus ojos de inmediato al escucharlo.

—No...puede ser.

Sonreí al ver su rostro impresionado.
Tomé al perro entre mis manos y ella se apresuró a acariciarlo con su sonrisa apareciendo.

—¿Es el perrito que vimos el otro día?—sus ojos se alzaron para verme. —¿Cómo lo tienes tú?

—Cuando salimos de ver las carreras, él salió tras nosotros y se puso triste cuando te fuiste. Dijiste que no podías tener mascotas y el pobre parecía estar necesitando un hogar así que...no sé, imaginé que podría hacerme cargo.

soft addiction; kth [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora