soft addiction; kth [editando]

∞ C h a p t e r 50 ∞

Chaeyoung

No sabía lo gratificante y grandioso que podía ser un viaje.
Nunca en la vida había tenido oportunidad de salir de la ciudad y ahora que podía conocer Busan me provocaba una sensación de felicidad indescriptible.

Taehyung estaba un poco reacio a recorrer la ciudad y lo entendía, sin embargo, sabía que se estaba esforzando por mostrarse tranquilo y feliz para mí.

Mi intención era ayudarle a distraerse y entender que lo que había sucedido no era su culpa, pero no tenía idea de lo que debía hacer.
Esa tarde recorrimos algunos lugares de su infancia que él había sugerido y había sido maravilloso.
Estar con él era todo lo que estaba bien.

Tras todo lo acontecido en el viaje, el cansancio nos venció tras todo y mis ánimos estaban tan bajos que ni siquiera pude discutir cuando llegamos al hotel y noté como había pedido una sola habitación.
Era un tonto, pero no pude decir nada y acabé durmiendo a su lado como un oso en invierno.
Mentiría al decir que no me gustaba; Taehyung era cálido y sentirlo cerca me daba cierta seguridad que antes desconocía.

Creo que dormí alrededor de diez horas y cuando desperté eran las seis de la mañana.
Taehyung continuaba durmiendo tranquilamente y entonces me di la oportunidad para observarlo mejor.

Con su semblante tranquilo y sus respiraciones suaves él lucía mucho más atractivo de lo que ya era. No fui consciente hasta en ese momento de la belleza que tenía ese chico.
Era un tanto raro que jamás lo hubiera visto en la escuela antes considerando que su rostro resaltaba por mucho entre los demás.

Me asusté y petrifiqué cuando, de improvisto, sus ojos chocolate se abrieron y una sonrisa burlona apareció en sus labios al atraparme viéndolo sin disimulo alguno.

—¿Te levantas temprano para verme?—cuestionó en medio de una risa.

—Idiota.

Volví a acurrucarme entre las sábanas con la intención de dormir, pero mis pensamientos volvieron a esfumarse cuando sus brazos me envolvieron y su cara volvió a buscar la mía.
Me sonrió.

—Me gustas, me gustas mucho más cada día que pasa.

Parpadeé atónita porque no esperaba que él dijera algo así de pronto y mi corazón se agitó incontrolablemente.
Sus labios pronto se encontraron con los míos y mi capacidad de reacción se volvió nula.
Cada vez que él me besaba yo creía morir.

Le seguí el gesto sin reclamo o disgusto y pronto me quedé embelesada en la dulce sensación que me provocaba su tacto.
No pude ser consciente de como nuestras acciones nos estaban orillando a algo más hasta que sus besos se convirtieron en algo mucho más desesperado y sus manos pronto se escurrían por algo más allá de mi cintura.
Me separé de inmediato y sus ojos se abrieron en conmoción.

—Chaeyoung, yo...lo siento. Me dejé llevar.

Su rostro afligido me causó una inesperada risa.
Estaba tan preocupado y avergonzado que me provocaba ternura.

Lo observé atentamente y una repentina revelación me sacudió.
Ese chico, el que me veía con ojos brillantes cargados de emociones, con sus rulos despeinados y esa ligera luz mañanera que se colaba y lo hacía ver mucho más irreal, era todo lo que quería en el mundo.
Alto, malditamente atractivo, gentil, dulce, con una sonrisa preciosa que deslumbraba siempre, quien en los últimos meses se había esforzado por sanar mis heridas y sacarme del desastre, quien me hacía sentir valiosa y el que hacía latir mi corazón de manera desenfrenada.... él era simplemente demasiado para manejar.

Dejé de pensar tanto y volví a tomar su rostro para besarlo y sonreí porque parecía finalmente entenderlo todo.
Acaricié su pecho y entre la poca capacidad de actuar y mis nublados pensamientos, tomé toda la valentía posible para sincerarme.

—Te quiero, Taehyung.

Sus caricias se detuvieron por un momento y sus ojos se enfocaron en mi rostro.
Me asustó un poco su silencio, pero sentí alivio cuando su suave sonrisa volvió a aparecer.

—También yo.

Sin perder más tiempo, subí mis manos a su cuello y me aferré a él.
Entre el calor corporal y unas simples palabras que eran tan significativas, me dejé llevar también.
Kim Taehyung era todo lo que quería y necesitaba y no podía hacer nada contra ello.

✨✨✨

Ahsbsh, meterme en la recta final de las historias siempre me pone mal :(
Espero que les guste y me acompañen en los pocos capítulos que nos restan. Gracias por su apoyo, nos leemos pronto💖