Maestro de la Muerte || Harry Potter

Decimoquinto | Verdad

Las semanas siguientes a su charla con Voldemort fueron en lo que se puede denominar normal, ahora sentía la mirada del hombre mucho mas sobre él en las comidas o en la clase, pero no le llegaba a molestar, su cicatriz no dolía para nada así que dejaría pasar eso

Dentro de poco serían las vacaciones de Yule y Draco estaba desesperado por llevarlo a su hogar, ya le había hablado de cómo era la mansión y de algunas tradiciones que debía llevar a cabo cuando conociera a sus padres, y sí, estaba algo nervioso por eso.

Con el director era un tema diferente, ya había recibido dos invitaciones a su oficina y él rechazo ambas con un "No" escrito en el mismo pergamino de la solicitud, le había dicho muy claro que si no era algo académico no iría y Harry en esa vida no tenia problemas académicos, de hecho, era el mejor de primer año.

Lo que si había tenido era pequeñas reuniones nuevamente con Quirrell, él hombre había actuado mucho mejor de lo que esperaba y muchas veces se reunían también con Severus en la oficina de su padrino, era tranquilo hablar con los dos hombres

Harry también seguía mensajeándose con las cartas con Sirius, sentía que nuevamente comenzaba a sentir la confianza que tuvo en su primera vida, además las advertencias que el animago le daba sobre Dumbledore le hacía sentir que ya no era leal al anciano

Una semana era lo que faltaba para llegar a Yule y Harry había tomado la decisión, Muerte había sido de gran ayuda y decidió hablar con Tom, si él estaba enterado de como pasaría la vida hasta su inminente muerte seguro cambiaria su perspectiva, además, si aun tenia la parte de Tom dentro de él el mayor no iba a morir, seguiría siendo tan inmortal como Harry

Harry había salido del colegio una tarde hasta Hogsmeade y de ahí envió una carta a su profesor, no quería usar una lechuza de la escuela para no revelarse tan pronto, el pergamino estaba dedicado al profesor Quirrell, decía que si su 'huésped' quería saber la verdad debería ir el sábado a media noche a la cabeza de puerco a la habitación privada, no necesito de una respuesta ya que su profesor se notaba ansioso a medida que pasaba esa semana.

El sábado en la noche se encontraba en la habitación del pub, estaba bajo una túnica con capucha que lo ocultaba y se había puesto un fuerte glamur sobre él, parecía un adolescente completamente diferente, con cabello rubio y ojos azules, solo esperaba que el señor oscuro de verdad apareciera.

No tuvo que esperar tanto ya que pasada la medianoche se escucharon golpes en la puerta, Harry no se movió ni hablo, pero si abrió la madera con magia para dejar entrar a Quirrell. El profesor se veía más pálido que de costumbre, pero aun así entro y se sentó frente a Harry, sin saber aun de quien se trataba el chico

El silencio duro por minutos, Harry cerro la puerta del mismo modo en que la abrió y coloco fuertes barreras de silencio y privacidad en la habitación, dejando caer su capucha de manera lenta para que el hombre le observara

"Buenas noches señor Quirrell" La voz de Harry había cambiado, se escuchaba mayor pero aun tenia ese toque dulce e infantil, observo como los ojos rojos solo lo detallaban, él solo espero hasta que el mago oscuro terminara de evaluarlo

"¿Quién eres?"

Sonrió divertido por su pregunta, no espero que fuera tan rápido en sacar el tema y solo ladeo su cabeza

"Mi nombre no importa en este momento. ¿Debo suponer que no hablo con Quirinus? Si es así, buenas tardes, mi señor"

Harry disfruto de los ojos asombrados del mayor, Voldemort era el señor oscuro y Harry ahora era un mago oscuro, la magia lo vinculaba con él hombre, aunque lo negara.