XXXI | Maldición

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Los días pasaron después de forma rápida, luego vinieron con ellos las semanas, Harry con ayuda nuevamente de Severus se había recuperado, aun así, su padrino no dejo de vigilarlo.

Harry a veces recibía cartas de Tom escondidas entre las de Lucius a Draco – Harry sabía que el director estaba revisando su correo – se había reunido con el ya una vez nuevamente; ahora ambos hablaban de planes políticos, además de que Harry había ideado una nueva identidad para el señor oscuro. Con ayuda de los Gobblins – y una gran cantidad de dinero – Tom ahora era su propio hijo, su nuevo nombre era Marvolo Gaunt. Hijo de Tom Riddle Gaunt y una mujer desconocida.

Gracias a eso, Marvolo podría reclamar los señoríos Gaunt y Slytherin, cosa que ya había hecho en las últimas semanas y poseía los anillos de Lord de cada familia. Lucius se había encargado de darlo a conocer con todos los demás sangre pura y ambos lograron que hiciera ya aliados en el wizengamot. Debian esperar hasta las vacaciones para que el Lord Slytherin se viera involucrado con el heredero Potter.

Harry había ignorado a la perfección a Weasley y Granger, siempre que los veía venir de algún lado él se ocultaba bajo la capa, lo logro hasta ese día, estaban esperando a que el aula de encantamientos abriera y sus amigos de casa estaban ocupados riendo por algo que Draco había dicho

"¡Compañero! Estuve esperando tu regalo, es mala educación no devolver cuando alguien te da algo" Ugh, Ron, como lo odiaba

Harry suspiro muy fuerte, estaba apoyado en la pared esperando a que el profesor llegara y solo observo a los leones sin animo

"¿Qué regalo? ¿Hablas del que estaba lleno de maldiciones? Bueno, lo tienen los aurores"

Escucho como gente de su casa y de la contraria jadearon, rio en su mente al ver el rostro rojo de Ron

"No... No sé de qué hablas" Balbuceo Weasley, aunque su rostro por completo rojo decía otra cosa

"¿No lo sabes? Que extraño, según recuerdo había una tarjeta... firmado con tu nombre y el de tu madre"

Harry no hubiera querido revelar esas cosas, pero estaba seguro que si Ronald no se iba lo iba a hechizar.

"Mejor avísale a tu madre Weasley, deberían recibir dentro de poco citaciones para un juicio, te lo advertí, si no me dejaban en paz la pagarían muy caro" Gruño Harry

Ron estaba lleno de nervios y ni siquiera se defendió, salió del corredor estando demasiado pálido causando las risas de las serpientes

Harry levanto una ceja a Granger, ella no había dicho y solo se mantenía en su lugar observándolo

"¿Algo que tengas que decir Granger?"

Hermione se cruzo de brazos mientras fruncia el ceño "No tienes que mentir, ¿Sabes?"

Draco y Blaise se habían acercado a él desde que Ron había salido corriendo, Crabbe y Goyle se habían acomodado frente a ellos en el pasillo

"¿Mentir? ¿Qué ganaría con eso? Weasley y tu han estado todo el año queriendo meterse en mi vida, tengo poder Granger, mas del que te imaginas y tus intentos por manipularme te pueden llevar a Azkaban"

El rostro de la chica se había puesto tan pálido como el de la comadreja al escuchar la prisión, Harry solo bufo ladeando su cabeza con una sonrisa llena de burla

"¿Acaso no lo sabias? ¿Acaso no te jactabas diciendo que sabias todo de mí? Pues veras, soy el ultimo Potter, el ultimo hombre y heredero Potter. La línea Potter desaparece si me ocurriera algo y... si es premeditado, bueno, una condena en Azkaban será poco a lo que recibirían"

Maestro de la Muerte || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora